Perspectivas de Salud - La revista de la Organización Panamericana de la Salud
   Volumen 10, Número 1, 2005

Las mascotas y las zoonosis

Los perros, gatos y otras mascotas pueden tener una amplia variedad de zoonosis, o de enfermedades transmitidas por los animales a los seres humanos. La rabia es, por descontado, la más peligrosa, ya que, una vez que se desarrollan los síntomas, es prácticamente 100% fatal. Niños y adultos mordidos por cualquier animal deben lavar inmediatamente la herida con agua y jabón, y buscar atención médica con urgencia.

Además de la rabia, otra de las zoonosis más peligrosas es la toxoplasmosis, causada por un parásito que vive en el intestino de los gatos. Por lo general se transmite a través de comida contaminada o se adquiere en el jardín, y rara vez causa síntomas en las personas sanas. En algunas ocasiones se adquiere al tomar contacto con las heces de los gatos. Una mujer que se infecte durante la primera mitad de su embarazo puede transmitir la toxoplasmosis a su hijo causándole ceguera, sordera y trastornos neurológicos. Para prevenir la transmisión, tanto los seres humanos como los animales deberían comer alimentos bien cocidos, y frutas y verduras bien lavadas. Los cajones de arena deben mantenerse tapados cuando no se usan, y los cajones para las heces de los gatos deberían limpiarse y vaciarse todos los días; pero no deben hacerlo las mujeres embarazadas ni las personas con el sistema inmunológico comprometido, quienes deberían evitar cualquier contacto con las deposiciones felinas.

Los parásitos intestinales también pueden transmitirse de los animales a los seres humanos y en algunas ocasiones causar enfermedades graves. Entre las más peligrosas está el equinococo, que en el hombre puede provocar hidatidosis: formación de quistes que contienen larvas en el hígado, pulmón y otros órganos. Es endémico en los países del Cono Sur.

Otras enfermedades parasitarias que pueden transmitirse de los animales domésticos a los seres humanos son la anquilostomiasis, causada por uncinarias, que causa lesiones en la piel; la ascaridiosis, que puede provocar daño permanente en la vista, daño neurológico y en otros tejidos del cuerpo; y la leishmaniasis, causada por un parásito que vive en los perros y se transmite a través de los mosquitos, y provoca pérdida de peso, tos, fiebre, diarrea y agrandamiento del hígado y del bazo. En Brasil se ha comprobado un resurgimiento de esta enfermedad en las favelas.

Las pulgas y garrapatas pueden transmitir enfermedades, incluyendo fiebre maculosa, enfermedad de Lyme (enfermedad epidérmica debida a una espiroqueta y transmitida por la garrapata), tifus y peste.

Asimismo, las mascotas pueden transmitir al hombre sarna causada por el mite y culebrilla, producida por un hongo que en los seres humanos puede infectar la piel, el cuero cabelludo y las uñas. La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que puede ser mortal y que se transmite a través de la orina de los animales y del agua contaminada. Pero su transmisión del animal doméstico al ser humano no es frecuente.

Afortunadamente, casi todas estas enfermedades pueden prevenirse si los dueños vacunan y desparasitan a sus mascotas en forma periódica, si controlan las pulgas y garrapatas, si eliminan las heces en forma adecuada, y si se lavan las manos después de tocar a los animales y de manipular sus juguetes y platos de comida. Al mismo tiempo, las mujeres embarazadas, los niños menores de 5 años, los adultos mayores y las personas con su sistema inmunológico comprometido deben evitar todo contacto con reptiles, pollos, patos, cachorros, gatitos y toda mascota con diarrea.

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