Los complejos problemas de salud que deben afrontar los países de las Américas al comienzo del nuevo milenio, unidos al entorno en constante cambio de la cooperación internacional para el desarrollo, llevaron a un análisis de amplio alcance de los programas de cooperación técnica de la OPS/OMS, de sus modelos de organización y de gestión y de sus relaciones con los Estados Miembros y otros interesados directos.

Parte de este proceso se llevó a cabo mediante un grupo de trabajo especial sobre la OPS en el siglo XXI, constituido por Argentina, Barbados, Costa Rica, Cuba y Perú, con la colaboración de Canadá, los Estados Unidos, Guatemala y Haití. Luego de un proceso de consultas con otros Estados Miembros, el grupo emitió un informe en el que se analizaban las dificultades y las oportunidades que se planteaban a la Organización y se formulaban recomendaciones para sus programas de cooperación técnica y la reforma interna.

Las recomendaciones del grupo se incorporaron a una iniciativa muy importante de reorganización que la Gerencia Ejecutiva de la OPS ya había emprendido en el 2003. Los procesos combinados generaron cambios en la estructura del programa de la OPS, la asignación de recursos, la gestión de los recursos humanos y las interacciones con los Estados Miembros y otros asociados.

El informe del grupo de trabajo sobre la OPS en el siglo XXI reiteró tres mandatos integrales impuestos a la OPS/OMS por los Estados Miembros al comienzo de la primera década : a) apoyar a los países para avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, mediante su incorporación en los programas, las políticas y las operaciones de cooperación técnica y brindándoles ayuda para integrar estos componentes en las políticas nacionales de salud; b) apoyar a los países en la intensificación de sus actividades para garantizar la protección social ampliada en el ámbito de la salud; y c) velar por que todos los programas técnicos de la Organización estén fundamentados en los principios de la atención primaria de salud.

Además, el grupo de trabajo determinó varias funciones clave para la OPS/OMS en el entorno en constante cambio de la cooperación internacional en materia de salud. Estas funciones abarcaban: a) aportar liderazgo, coordinación y orientación técnica para el número cada vez mayor de actores en la esfera de la salud en la Región; b) movilizar recursos; c) promover  las asociaciones y las redes en pro de la salud; d) facilitar el intercambio de conocimientos, tecnología y capacidad técnica; e) crear sistemas y mecanismos para la rendición de cuentas y la transparencia; y f) trabajar para lograr la coherencia entre las estrategias y las actividades emprendidas a los niveles nacional, regional y mundial.

En este capítulo se presentan aspectos destacados de la cooperación técnica de la Organización en estas áreas, haciendo hincapié en los últimos cinco años. En el capítulo III se exponen en detalle los cambios institucionales llevados a cabo en respuesta al informe La OPS en el siglo XXI y a otros mandatos de los Estados Miembros.


El cumplimiento de los ODM y la renovación de la atención primaria de salud

Según se observó en el capítulo I, en la primera década del siglo XXI la Región de las Américas avanzó notablemente hacia el cumplimiento de los ODM relacionados con la salud y de otra índole, aunque el progreso fue variable entre los países, ya que en todos ellos había comunidades y grupos que no compartían a plenitud los beneficios resultantes.

La cooperación técnica de la OPS/OMS había contribuido a avanzar hacia el cumplimiento de los ODM por medio de los programas en curso y de las iniciativas especiales emprendidas para tal fin. Entre ellos se encuentran programas y proyectos para reducir la mortalidad maternoinfantil, mejorar la nutrición, luchar contra la infección por el VIH y otras enfermedades infecciosas, promover el acceso al agua potable y el saneamiento, fortalecer los sistemas de salud y ampliar la protección social en la esfera de la salud.

Para impulsar el cumplimiento de los ODM a nivel local, la OPS/OMS creó la iniciativa "Rostros, voces y lugares", que promueve un método integrado y participativo para la salud y el desarrollo en las comunidades vulnerables. La iniciativa funciona por conducto de asociaciones multisectoriales e interinstitucionales cuyo cometido es prestar la cooperación técnica que faculta a las comunidades para abordar los determinantes sociales de la salud. En el 2012, la iniciativa había crecido e incluía más de 50 comunidades en 23 países y cuatro territorios transnacionales.

Esta y otras iniciativas de cooperación técnica de la OPS/OMS para apoyar el cumplimiento de los ODM relacionados con la salud se presentan detalladamente en el Informe Anual del Director 2011, La salud y los Objetivos de Desarrollo del Milenio: del compromiso a la acción (CD51/3 [2011]).

Una de las iniciativas regionales de salud más importantes del decenio examinado aquí, que ha contribuido en gran medida a impulsar el programa de los ODM, fue el proceso de renovación de la atención primaria de salud, iniciado en el 2003 con motivo del 25.o aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Atención Primaria de Salud, celebrada en Alma-Ata en 1978. A petición de los Estados Miembros, la Oficina Sanitaria Panamericana organizó una serie de actividades para conmemorar el legado de dicha conferencia y su llamamiento a lograr la salud para todos. Durante las consultas celebradas a nivel regional, subregional y de país, los Estados Miembros examinaron las experiencias relacionadas con la adopción de la estrategia de atención primaria de salud en el transcurso de los 25 años anteriores y analizaron su pertinencia para lograr que los actuales sistemas de salud sean más eficientes, eficaces y equitativos. Estas actividades culminaron con la publicación, en el 2007, de Renovación de la atención primaria de salud en las Américas, un documento de posición de la OPS en el que se exponen las líneas estratégicas de acción para el desarrollo y el fortalecimiento de los sistemas de salud basados en la estrategia mencionada.

Esta visión renovada de la atención primaria de salud fue ratificada por la conferencia internacional celebrada en el 2007, “Buenos Aires 30/15: de Alma-Ata a la Declaración del Milenio”, se incorporó en la Agenda de Salud para las Américas 2008–2017 y fue reforzada a nivel mundial en el Informe sobre la salud en el mundo 2008 La atención primaria de salud: más necesaria que nunca.

La estrategia de atención primaria de salud guió el trabajo de la OPS/OMS en el Área de Fortalecimiento de los Sistemas de Salud durante gran parte del decenio. Con el nombre recién cambiado a Área de Sistemas de Salud Basados en la Atención Primaria de Salud (HSS), junto con otras dos áreas de la Organización, prestó cooperación técnica encaminada a que dichos sistemas sean más eficientes, equitativos, incluyentes y eficaces. Las áreas programáticas fundamentales incluyeron redes integradas de prestación de servicios de salud, recursos humanos para la salud, calidad y aceptabilidad de la atención, acceso a medicamentos y tecnologías de la salud, igualdad de género y multiculturalidad, formulación de políticas e investigación. Algunos de los ejemplos de este trabajo son:

  • a) Consultas nacionales organizadas en 10 países —Argentina, Belice, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, Trinidad y Tabago, y Uruguay— sobre las redes integradas de prestación de servicios de salud como una estrategia para aumentar la eficiencia y la calidad en los sistemas de salud fragmentados. Entre los participantes se encontraban representantes de ministerios de salud, institutos de seguridad social, aseguradores y proveedores de servicios de salud privados, la comunidad académica, organizaciones de la sociedad civil y asociaciones profesionales.
  • b) Actividades encaminadas a fortalecer la organización y la gestión de los servicios médicos de urgencia por medio del examen de la legislación vigente, la publicación de un manual sobre el triaje en las salas de urgencias y la elaboración de un análisis de la situación regional de estos servicios haciendo hincapié en la atención prehospitalaria. Hasta la fecha, ya se han terminado los estudios de casos en 14 países: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
  • c) Apoyo a la formulación, revisión y ejecución de políticas farmacéuticas en 12 países: Barbados, Belice, Colombia, Ecuador, El Salvador, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Santa Lucía, Suriname y Uruguay.
  • d) Fortalecimiento de los organismos nacionales de reglamentación de medicamentos por conducto de la Red Panamericana de Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (Red PARF), creada conjuntamente con los organismos nacionales de toda la Región para impulsar la armonización de los reglamentos sobre los productos farmacéuticos.
  • e) Apoyo para las evaluaciones nacionales de los servicios de radioterapia en 11 países, a saber: Bahamas, Costa Rica, El Salvador, Guyana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Suriname, y Trinidad y Tabago; y de los servicios de diagnóstico por imágenes en Guyana, Suriname y Trinidad y Tabago.
  • f) Evaluación y planes de mejoramiento de la reglamentación de la seguridad radiológica en Argentina, Colombia, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Panamá y Paraguay, y un plan de acción para los países miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
  • g) Apoyo para las evaluaciones nacionales de los sistemas de salud mental en 32 países de América Latina y el Caribe utilizando el instrumento de la OMS denominado WHO-AIMS, a fin de suministrar datos fidedignos para la elaboración de los planes nacionales de salud.
  • h) Colaboración en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe para la formulación y difusión de las políticas nacionales sobre investigaciones en pro de la salud.
  • i) Formulación de planes detallados de colaboración para 10 países —Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y Suriname— con la finalidad de incorporar la perspectiva de género en el sector de la salud.
  • j) Apoyo para seis países —Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela— a fin de crear comisiones nacionales para abordar las necesidades especiales de salud de los afrodescendientes.
  • k) Impulso para el establecimiento de un grupo de trabajo del Caribe acerca del acceso de grupos clave, en especial trabajadores del sexo, hombres que tienen relaciones homosexuales y personas transgénero, a servicios de calidad para la prevención, el tratamiento y la atención de la infección por el VIH.
Además de estas iniciativas destinadas al fortalecimiento de los sistemas de salud, la OPS/OMS también llevó a cabo varias actividades para fortalecer el enfoque mismo de la atención primaria de salud. Entre estas se encontraban una asociación con la Universidad de Nueva York con la finalidad de recabar datos de referencia para vigilar el progreso de la atención primaria de salud en países de América Latina y el Caribe, así como una asociación con la Universidad Johns Hopkins para elaborar un marco analítico y un método para medir el desempeño del sistema de salud desde la perspectiva de la atención primaria de salud. En el Informe Anual del Director 2009 Hacia la salud para todos: avances en torno a la atención primaria de salud en las Américas, se presentan otros detalles sobre las actividades de la OPS/OMS en esta esfera.

Como se observó en el capítulo I, entre los logros sanitarios más significativos de la Región en la primera década del siglo XXI sobresale el progreso hacia el acceso universal a la atención de salud, una meta fundamental del concepto de atención primaria de salud. La ampliación del acceso ha exigido a los países encontrar métodos innovadores de financiamiento y administración de sus sistemas de salud para aumentar la eficiencia y la sostenibilidad. Argentina, Bolivia y Colombia se encuentran entre varios de los países que han mejorado la administración y la capacitación de los recursos humanos para conseguir que la distribución, la composición y las aptitudes del personal sanitario estén acordes con las necesidades prioritarias en esta esfera. Otros países han aumentado la sostenibilidad y la eficiencia mediante la descentralización, como en el Sistema Único de Salud de Brasil, que es administrado y financiado parcialmente por los gobiernos de los estados y los municipios. Hay países, como México, que se han centrado en el desarrollo de redes integradas de prestación de servicios de salud para mejorar tanto la eficiencia como la calidad de los servicios. La OPS/OMS ha apoyado y promovido estos enfoques a nivel tanto regional como nacional.

La Organización también colaboró estrechamente con los ministerios de salud para que estos mejorasen su capacidad de producir y analizar información destinada a la planificación, la economía y el financiamiento de los sistemas de salud y aumentar tanto la eficiencia como la equidad en la asignación y el uso de los recursos disponibles.

Por medio de un método elaborado por la OPS/OMS, siete países —Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Jamaica, México y Perú— finalizaron una primera serie de estudios sobre la evolución de la igualdad en la utilización de los servicios de salud, a lo largo de los últimos 10 a 15 años. Los resultados mostraron reducciones de la desigualdad en cuatro de los países, en dos de ellos no hubo ningún cambio y en uno aumentó la desigualdad.

Mediante una iniciativa con la Comisión Andina de Salud y Economía (CASE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se procura armonizar los datos del gasto sanitario en los países andinos. La OPS/OMS también ha empezado a elaborar un nuevo marco de trabajo común para el análisis de las repercusiones económicas de la carga en constante aumento de las enfermedades no transmisibles en la Región, para brindar apoyo a la formulación de políticas en un entorno de actividades multisectoriales.

La Iniciativa ProVac de la OPS/OMS, apoyada por la Fundación Bill y Melinda Gates, ayudó a los países a recabar y analizar datos de investigación para la toma de decisiones acerca de la introducción de las vacunas nuevas, además de dar orientación para planificar una introducción eficaz y sostenible en sus planes nacionales de inmunización.

En contraste con decenios anteriores, cuando los países de menores ingresos de la Región se encontraban muy a la zaga con respecto a Estados Unidos y Canadá en la introducción de las vacunas nuevas, 24 países y territorios de América Latina y el Caribe introdujeron la nueva vacuna antineumocócica conjugada y 16 introdujeron la vacuna antirrotavírica entre el 2002 y el 2012. Varios países también lograron aumentar la administración de la vacuna antigripal estacional y muchos, con el apoyo técnico y de compras de la OPS por conducto del Fondo Rotatorio, introdujeron la vacuna contra la gripe pandémica por H1N1 del 2009, a pesar de considerables dificultades reglamentarias, logísticas y de relaciones públicas.



La Semana de Vacunación en las Américas cumple 10 años

Un hito regional muy importante fue la celebración, en el 2012, del 10.o aniversario de la Semana de Vacunación en las Américas, la mayor iniciativa de salud de la Región. Se calcula que en sus diez años de existencia ha atendido a unos 400 millones de personas en 45 países y territorios. En el 2012, fueron vacunados 44 millones de hombres, mujeres y niños. Debido en gran parte al interés generadopor la Semana de Vacunación y a la amplia labor de extensión que llevan a cabo sus promotores, otras regiones de la OMS empezaron a organizar sus propias semanas de vacunación durante el decenio. La culminación de todos estos esfuerzos —y la realización de un sueño mundial en la esfera de la salud— fue la participación de más de 180 países y territorios de las seis regiones de la OMS en la primera Semana Mundial de la Inmunización, en el 2012.


El Fondo Rotatorio y el Fondo Estratégico de la OPS han desempeñado una función clave en las actividades para mejorar la eficiencia en los sistemas de salud, al comprar vacunas, medicamentos y otros suministros de salud pública a precios más bajos que los del mercado mediante compras en grandes cantidades, pero también por la vinculación de su adquisición a los procesos técnicos de planificación y programación. Los gastos anuales en nombre de los Estados Miembros de la OPS efectuados por el Fondo Rotatorio aumentaron de US$ 105,3 millones en el 2000 a US$ 505,3 millones en el 2011, y los del Fondo Estratégico pasaron de US$ 3,5 millones en el 2004 (sus primeros años de pleno funcionamiento) a US$ 49,7 millones en el 2011. En el Fondo Estratégico participan más de 24 países y, desde el 2008, los Estados Miembros lo han utilizado para triplicar la cantidad de medicamentos utilizados para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, además de que contribuye a bajar los precios de los medicamentos para tratar la infección por el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria.



Programa de Líderes en Salud Internacional

En el 2008, como parte de las iniciativas destinadas a fortalecer los recursos humanos para la salud, la OPS/OMS lanzó una versión nueva y descentralizada de su programa de capacitación para profesionales de salud internacional, establecido originalmente en 1985. El nuevo Programa de Líderes en Salud Internacional (PLSI) Edmundo Granda Ugalde está dirigido a gerentes y directores de nivel medio y alto encargados de la toma de decisiones en los ministerios de salud, fomento, finanzas, relaciones exteriores y otros, así como a miembros de la comunidad académica, las organizaciones no gubernamentales, las representaciones de la OPS/OMS y otros organismos internacionales. Cada curso de nueve meses incluye una serie de experiencias de aprendizaje virtual basadas en la solución de problemas a través del Campus Virtual de Salud Pública. Además, los participantes se integran a equipos intersectoriales de un país determinado que elaboran y ejecutan proyectos basados en las necesidades y las prioridades del país, en cooperación con las representaciones de la OPS/OMS, autoridades nacionales y otros asociados nacionales e internacionales. Desde su inauguración en el 2008, más de 200 profesionales de 32 países se han beneficiado de esta nueva versión del programa, han participado en más de 90 proyectos en los países y, en algunos casos, han contribuido a la transformación de los modelos de cooperación técnica de la OPS/OMS.

 

Lucha contra las enfermedades crónicas

En la primera década del siglo, las enfermedades crónicas no transmisibles pasaron a ser la principal causa de muerte y enfermedad en casi todos los Estados Miembros de la OPS/OMS. La Organización apoyó las actividades para hacer frente a la epidemia a nivel regional, subregional y de país mediante la promoción de la causa y la formulación de políticas, la vigilancia, la promoción de la salud y la prevención y la atención integrada de las enfermedades.

Sirvieron de orientación para este trabajo la Estrategia regional y plan de acción para un enfoque integrado sobre la prevención y el control de las enfermedades crónicas, incluyendo el régimen alimentario, la actividad física y la salud, así como estrategias específicas sobre diabetes y obesidad, cáncer cervicouterino y nutrición en el desarrollo. A lo largo del decenio, los países progresaron considerablemente en la aplicación de estas estrategias y otras iniciativas enfocadas a estas enfermedades..

En Argentina, la Organización brindó apoyo a la creación del nuevo Departamento de Promoción de la Salud, Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles; el Instituto Nacional del Cáncer; un programa nuevo para la prevención y control del cáncer cervicouterino; y la realización de mejoras en los sistemas de información relacionados con el cáncer. También apoyó las iniciativas para reducir la sal en los alimentos, aumentar el consumo de frutas y verduras, eliminar las grasas trans de los alimentos procesados industrialmente y promover la legislación sobre el control del tabaco.

En Aruba, la OPS/OMS se asoció con el Ministerio de Salud para organizar la primera y segunda conferencias panamericanas sobre obesidad (PACO) en el 2011 y el 2012, en las que participaron ministros de salud, educación, agricultura y ganadería, desarrollo, transporte y otros, además de representantes de los gobiernos locales y la sociedad civil, para examinar las causas de la obesidad y promover medidas multisectoriales para prevenir y controlar el problema.

En Belice, la OPS/OMS se asoció con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura; el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP); y el Centro de Alimentación y Nutrición del Caribe (CFNI) para brindar apoyo a la formulación de directrices alimentarias basadas en los alimentos, conocidas como la Canasta Familiar de Belice. Este método transforma la información científica sobre las necesidades nutricionales y la composición de los alimentos en directrices que se comprenden fácilmente para alentar el consumo de alimentos saludables y promover la prevención. La Canasta Familiar nueva fue lanzada en el 2012 por los ministerios de salud, educación y agricultura.

En Brasil, la Organización apoyó las actividades del Programa Nacional de Control del Tabaquismo para llevar a la práctica las disposiciones del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT). Entre ellas se encontraban la aprobación de una ley sobre espacios públicos sin humo de tabaco, nuevas restricciones a la publicidad del tabaco, requisitos de las advertencias sanitarias en los paquetes y nuevos impuestos a los productos de tabaco. La Family Bloomberg Foundation apoyó estas actividades, así como otras similares en México como parte de la Iniciativa Mundial Bloomberg.

En Colombia, la OPS/OMS se asoció con el Ministerio de Salud y Protección Social para fortalecer la aplicación de las leyes de control del tabaco, establecer normas de alimentación saludable en las escuelas y ejecutar un proyecto piloto para designar al ministerio y a la representación de la OPS/OMS como “lugares de trabajo saludables”.

En diciembre del 2009, la Organización celebró el Foro de Asociados especial contra las enfermedades no transmisibles,¹ al que asistieron representantes de organizaciones de la sociedad civil, de gobiernos miembros y del sector privado. La iniciativa volvió a lanzarse en el 2012 con el nombre de Foro Panamericano de Acción sobre las Enfermedades No Transmisibles y agrupa a profesionales sanitarios que son miembros de la red Conjunto de Acciones para la Reducción y Manejo de Enfermedades No Transmisibles (CARMEN), así como a representantes de instituciones académicas y del sector privado, con la meta de fomentar la colaboración estratégica intersectorial y la innovación para formular políticas y realizar campañas destinadas a la prevención y control de las enfermedades crónicas.

En septiembre del 2011, en vísperas de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles en Nueva York, una alianza con el Foro Económico Mundial permitió celebrar allí la primera Semana del Bienestar inspirada en el Día del Bienestar en el Caribe (que se celebra todos los años el 13 de septiembre en el Caribe). Mediante dicha actividad se trató de concientizar sobre la importancia de los entornos saludables para reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles y promover la prevención. Otros asociados neoyorquinos fueron la Cámara de Comercio de la zona metropolitana de Harlem, la Academia de Medicina de Nueva York y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (City College of New York). La semana también se celebró en otros países, como Argentina, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Perú y España.


¹Los miembros y asociados comprenden el Foro Económico Mundial, el Foro Internacional de Líderes Empresariales, la Fundación Interamericana del Corazón, la filial latinoamericana de Consumers International, 5-a-Day, la Coalición Caribe Saludable, McGill University, la Fundación Mundial de la Diabetes, el Organismo de Salud Pública del Canadá, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Kraft Foods, Unilever, Nestlé, Pepsi-Cola, Grupo Bimbo, Coca-Cola, Pfizer, GSK, Merck, Medtronic, Sanofi, y Johnson & Johnson.

Los países prioritarios de la OPS

En los planes estratégicos de la OPS correspondientes a 2003-2007 y 2008-2012, se eligieron cinco Estados Miembros —Bolivia, Guyana, Haití, Honduras y Nicaragua— como “países clave” que afrontaban graves dificultades en materia de salud y equidad y, por lo tanto, merecían una consideración especial en los programas de cooperación técnica y la movilización de recursos. Los cinco países han recibido asignaciones más altas del presupuesto de la OPS, y se les ha concedido prioridad en las principales subvenciones y proyectos que abordan sus respectivas necesidades en materia de salud. Cuatro de los cinco países se encontraban entre los primeros en contar con una estrategia de cooperación en los países, una herramienta de la política de cooperación centrada en los países de la OPS que busca fortalecer las relaciones con el ministerio nacional de salud, alinear las prioridades de cooperación técnica con las necesidades nacionales y coordinar esfuerzos con otros asociados para el desarrollo que trabajan en estos países. (En el caso de Haití, las condiciones políticas y de emergencia hicieron necesario adoptar un marco de cooperación provisional en vez de la estrategia de cooperación en los países, más completa.)

Algunos de los aspectos más destacados de la cooperación técnica y de los logros de la OPS/OMS en los cinco países clave son:

En Bolivia:

  • a) Apoyo para la redacción de una nueva ley que establece el Sistema Único de Salud y el nuevo modelo de atención de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), que incorpora las perspectivas de género, grupo étnico y derechos humanos.
  • b) Establecimiento de medidas de protección para los grupos vulnerables como las mujeres en edad fecunda, mediante el Seguro Universal Maternoinfantil (SUMI), y los adultos mayores, a través del Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM); ambas medidas se están adaptando para incluirlas en el Sistema Único de Salud, cuya meta final es la cobertura universal.
  • c) Adopción de modelos de vigilancia comunitaria en zonas urbanas y rurales para reducir la mortalidad materna, haciendo hincapié en la participación y el empoderamiento comunitarios como parte del modelo SAFCI. Además, fortalecimiento de los registros y el sistema de información sobre salud materna y perinatal, que abarca la utilización por el Ministerio de Salud y Deportes de programas informáticos de localización geográfica y bases de datos a fin de analizar la funcionalidad de las redes de servicios de salud y contar con datos fiables que justifiquen los cambios y los ajustes.
  • d) Formulación y ejecución de una nueva política nacional de recursos humanos para la salud, fortalecimiento del sistema de información sobre estos recursos, y capacitación sobre la administración y uso del modelo SAFCI.
  • e) Consolidación de un sistema unificado de compras y suministros de medicamentos y otros insumos médicos, basado en la información actualizada de 81% de los sistemas de atención de salud pública. Adopción de una estrategia sobre el uso racional de los medicamentos, con medidas para promover la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas.
  • f) Introducción de vacunas nuevas ?contra rotavirus (en asociación con la Alianza GAVI), gripe estacional, y virus gripal HIN1, así como refuerzos de la vacuna DPT y la antipoliomielítica? en el Programa Nacional de Inmunizaciones; adopción de diversas estrategias para mantener las tasas de cobertura de vacunación; y avance hacia la certificación de Bolivia como país exento de sarampión y rubéola.
  • g) Campañas masivas de desparasitación en zonas endémicas de La Paz, para casi 400 000 habitantes.
  • h) Formulación del primer plan nacional sobre enfermedades no transmisibles e integración de sus variables en el sistema nacional de información sanitaria.

En Guyana:

  • a) Capacitación en servicio para el personal sanitario que trabaja en urgencias obstétricas y neonatales, en colaboración con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
  • b) Formulación de un plan estratégico para el sector del saneamiento.
  • c) Reducción de la prevalencia de la infección de adultos por el VIH en el transcurso de los últimos cinco años.
  • d) Fortalecimiento de la atención primaria de salud por medio del programa de Atención Integrada a las Enfermedades de los Adolescentes y los Adultos (AIEA), adscrito al Programa de Control de Enfermedades del Ministerio de Salud. Este programa recibió un reconocimiento cuando Guyana ganó el premio Sergio Arouca, en el 2011.
  • e) Reducción del 50% de los casos de malaria entre el 2000 y el 2009 como resultado de varias iniciativas, entre otras, la descentralización y la integración del Sistema de Información sobre Malaria en los servicios de atención primaria de salud (con el apoyo de la Iniciativa contra la Malaria en la Amazonía, la Red Amazónica de Vigilancia de la Resistencia a los Antimaláricos, y la OPS) y la adopción de una estrategia integrada de control de vectores, lo que comprende el establecimiento de una red especial para este fin.
  • f) Implantación de un sistema de monitoreo de pacientes para la atención y el tratamiento de la infección por el VIH, que según se ha comprobado es una de las mejores prácticas.
  • g) Introducción de las vacunas contra los rotavirus y los neumococos (en asociación con la Alianza GAVI).

En Haití:

  • (a) Capacitación en manejo de casos y fortalecimiento de la vigilancia durante el brote de cólera.
  • (b) Establecimiento y ampliación de los servicios de atención obstétrica gratuita y de atención infantil gratuita, que ofrece acceso a los servicios de salud para los menores de 5 años.
  • (c) Implantación del Primer Sistema de Información Perinatal en tiempo real, que facilitará la toma de decisiones basada en pruebas científicas.
  • (d) Reanudación del programa nacional de inmunización infantil mediante la formulación del Plan Estratégico del Programa Ampliado de Inmunización para el período 2010-2015. (Esto se sumó a la campaña de vacunación luego del terremoto llevada a cabo en los departamentos y municipios más afectados).
  • (e) Elaboración de un protocolo nacional para el tratamiento de la desnutrición aguda y su adaptación a la situación luego del desastre.

En Honduras:

  • a) Apoyo a una estrategia para acelerar las reducciones de la mortalidad materna y en la niñez, lo que incluye la institucionalización del Sistema de Información Perinatal.
  • b) Introducción de nuevas vacunas contra los rotavirus y los neumococos (en asociación con la Alianza GAVI).
  • c) Fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y de una base de datos (SISLOC), lo que ha mejorado considerablemente la vigilancia de las enfermedades transmisibles.
  • d) El plan estratégico nacional para la prevención y el control del cáncer para 2009-2013.
  • e) El plan estratégico para la prevención, atención, control y eliminación de las enfermedades desatendidas para 2012-2015.
  • f) Una evaluación en todo el país que certificó la interrupción de la transmisión de la enfermedad de Chagas por Rhodnius prolixus.
  • g) Elaboración de un modelo de intervención antimalárica integral en el municipio de Wampusirpi. El proyecto fue seleccionado como uno de los Campeones de la Malaria de las Américas, en el 2011.
  • h) Avances en el abordaje de los determinantes de la salud, mediante formulación de políticas sobre agua potable, saneamiento y eliminación de residuos, además del fortalecimiento de los marcos jurídicos institucionales que facilitan la intervención oportuna.
  • i) Como parte de la iniciativa Rostros, Voces y Lugares, fortalecimiento de los servicios de salud para adolescentes y mejoramiento de la calidad del agua y la eliminación de residuos para la población misquito en el departamento Gracias a Dios.
  • j) Con el apoyo de la Secretaría de Estado para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y de los Afrohondureños, capacitación de asistentes de enfermería seleccionados por las comunidades.

En Nicaragua:

  • a) Una reducción del 26% en la mortalidad materna entre el 2006 y el 2010, al pasar de 90 a 67 defunciones por 100 000 nacidos vivos.
  • b) Disminuciones anuales de 6% en la mortalidad de menores de 5 años en los últimos años, con lo cual el país está en camino de alcanzar su meta de 24 por 1 000 nacidos vivos en el 2015.
  • c) Introducción de las vacunas antirrotavírica en el 2006 y antineumocócica en el 2011 (en asociación con GAVI).
  • d) Aumento del porcentaje de municipios con una cobertura de vacunación superior al 95%, que pasó de 16% en el 2006 a 58% en el 2011.
  • e) Disminución de la prevalencia de la transmisión de la madre al hijo de la infección por el VIH y la sífilis.
  • f) Acceso universal garantizado a servicios de salud gratuitos y de calidad dentro del marco el Modelo de Salud Familiar y Comunitario (MOSAFC), que fomenta una cultura nacional de promoción y protección de la salud basada en la renovación de la atención primaria.
  • g) Acceso mejorado a los medicamentos, prestando atención especial a la calidad y el uso racional, eficaz y seguro, por medio de la ejecución del Plan Estratégico Nacional de Promoción del Uso Racional de Medicamentos (PENPURM).
  • h) Logro del 100% de donaciones voluntarias de sangre para el suministro nacional.
  • i) Progresos en el control de la malaria que le valieron el reconocimiento como uno de los Campeones de la Malaria de las Américas en el 2011 y que han hecho que Nicaragua avance a la fase de preeliminación.
  • j) Certificación internacional del país por haber interrumpido la transmisión de la enfermedad de Chagas.

Alianzas en pro de la salud

Dado el número creciente de actores en la esfera de la salud en la Región durante el último decenio, un centro de interés pertinente para la OPS/OMS era el de ampliar sus alianzas y redes políticas, técnicas y de movilización de recursos. Los asociados bilaterales, entre otros, Canadá (CIDA), España (AECID), Estados Unidos (USAID), Noruega (NORAD) y Suecia (ASDI) siguieron apoyando los programas de cooperación técnica de la Organización mediante acuerdos de varios años. Además, Canadá, Francia y España aumentaron el personal técnico de la Organización asignando a sus propios expertos para trabajar en comisión de servicio en la sede de la OPS/OMS en Washington, D.C., o en algunas de las representaciones en los países.

La OPS/OMS fue el organismo ejecutor de los proyectos en América Latina y el Caribe apoyados por el Fondo para el logro de los ODM (España), el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Seguridad Humana (Japón), el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer (donante múltiple), y el Programa Conjunto de Desarrollo Rural en Guatemala (Suecia). La OPS también apoyó a las autoridades sanitarias y a las ONG para elaborar y ejecutar proyectos que se presentaron al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Entre las iniciativas resultantes de estas asociaciones se encontraban varios proyectos para mejorar el abastecimiento de agua potable, el saneamiento y la vivienda en Ecuador, El Salvador, Nicaragua, y la región del Chaco de Paraguay, financiados por conducto del Fondo para el logro de los ODM y ejecutados conjuntamente con otros organismos de las Naciones Unidas. Los proyectos conjuntos en Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Paraguay se centraron en la prevención de la violencia, en particular de la violencia intrafamiliar y de género, y en la mejora del tratamiento de las víctimas por los servicios de salud y los organismos de aplicación de la ley.


Alianzas en pro de la salud sexual y reproductiva

Un ámbito fundamental de la colaboración de la OPS/OMS con otros asociados internacionales durante el período examinado fue la promoción de un enfoque integral a la salud sexual y reproductiva que abarcó el acceso a los métodos anticonceptivos, atención obstétrica mejorada y atención a los grupos vulnerables como adolescentes, trabajadores del sexo y personas infectadas con el VIH. Entre las muchas actividades y alianzas en este ámbito se encuentran:

  • • Apoyo al Plan de acción para acelerar la reducción de la mortalidad materna y la morbilidad materna grave (CD51.R12 [2011]), que se está llevando a la práctica en todos los países de América Latina y el Caribe y hace hincapié en la prevención de los embarazos de adolescentes, la atención perinatal de calidad, y en un enfoque basado en los derechos humanos y la equidad para el acceso a servicios integrales. El Plan cuenta con el apoyo del Grupo de Trabajo Regional (GTR) para la Reducción de la Mortalidad Materna, formado por varios asociados.²
  • • Participación en el grupo de trabajo del Grupo de Desarrollo de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (UNDG-LAC) y la Comisión sobre la Información y Rendición de cuentas para la Salud de la Mujer y el Niño, que se propone optimizar el impacto de los recursos para la salud maternoinfantil. La OPS ejerce la secretaría técnica del grupo.
  • • Apoyo para las actividades de eliminación de la transmisión del VIH de la madre al hijo y de la sífilis congénita en la Región de las Américas, la primera región de la OMS que se ha fijado la meta de la doble eliminación. Con el apoyo de la OPS/OMS, el UNICEF y otros asociados, 32 países están ejecutando planes de acción y la Región ha alcanzado el nivel más alto de cobertura de los servicios para prevenir la transmisión de la madre al hijo, en comparación con cualquier otra región del mundo en desarrollo.
  • • Un estudio de la salud sexual y reproductiva y de la infección por el VIH entre jóvenes indígenas de Bolivia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Perú, con apoyo de España y Noruega.
  • • Capacitación en materia de prevención y atención de trabajadoras del sexo, hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones homosexuales, y personas transgénero dedicada a educadores de compañeros de Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, en colaboración con la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) y la USAID (AIDStar One).
  • • Apoyo técnico y financiero para el nuevo Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Argentina, con el UNICEF, el UNFPA, la Academia Nacional de Medicina (Argentina), el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y el Centro Rosarino de Estudios Perinatales (Centro Colaborador de la OPS/OMS).


Otras alianzas con organismos hermanos de las Naciones Unidas, asociaciones profesionales internacionales, organizaciones religiosas y otras organizaciones de la sociedad civil fueron esenciales para la labor de la OPS/OMS y para los logros de salud pública de la Región durante el decenio. Cabe mencionar el GTR, la Alianza de Salud Neonatal para América Latina y el Caribe,³ la Iniciativa para una Maternidad sin Riesgo4y la Alianza Panamericana para la Nutrición y el Desarrollo (PAND).5 Algunas organizaciones con las cuales la OPS trabajó estrechamente son la Alianza GAVI, el Instituto de Vacunas Sabin, el Club Rotario Internacional y la Fundación Rotaria, la Fundación de las Naciones Unidas, el Consejo de las Américas, Save the Children, Enfants du Monde, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Conferencia General de Adventistas del Séptimo Día, Brothers of Charity, Partners in Health, RAD-AID International, y las organizaciones de la Cruz Roja Americana, canadiense y la internacional, entre otras.

En el sector privado, la OPS colaboró con diversos programas y organizaciones, entre los que se encuentran el Foro Mundial de Líderes Empresariales (IBLF), el Global Business Forum (GBF), el programa Global Health Fellows de Pfizer, el GSK Pulse Program, la Alianza por la Salud Bucal (con Colgate), y la Federación Internacional de la Industria del Medicamento (FIIM).

En su calidad de miembro del sistema interamericano, la OPS/OMS abogó por las cuestiones de salud pública en la agenda política regional mediante su participación en el Grupo de Trabajo de Cumbres de las Américas, las reuniones del Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres (GRIC) y las sesiones informativas para el Consejo Permanente de dicha organización. Junto con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización también participó en el Grupo de amigos de Hait, encabezado por la OEA, un foro para el intercambio de información y coordinación del apoyo político y técnico por países y organizaciones que colaboran con ese país.

La OPS/OMS también participó con otros organismos del sistema en las actividades de reforma de las Naciones Unidas de por conducto de los equipos de las Naciones Unidas en los países) y del sistema de evaluación común para los países y el Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y a través de su afiliación al Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo, de la Región de América Latina y el Caribe.

A nivel subregional, la Organización siguió relacionándose con organismos regionales de integración tradicionales al tiempo que colaboró con nuevas entidades. Estas alianzas condujeron a varias nuevas iniciativas subsidiarias regionales de salud. En América del Sur y la región andina, la colaboración de la OPS facilitó la cooperación entre países en la vigilancia de la infección por el VIH en las zonas fronterizas de los países del MERCOSUR; un marco colectivo para evaluar las tecnologías sanitarias; el desarrollo de servicios farmacéuticos en los países de la Comunidad Andina; un plan quinquenal integral de trabajo para promover el acceso a los medicamentos dentro de la UNASUR; y la creación de la Red andina de Observatorios de Recursos Humanos de Salud. Además, la OPS colaboró con la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) para impulsar las metas relacionadas con la salud en su programa estratégico.

En Centroamérica y la República Dominicana, la coordinación de la OPS condujo a la formulación de un plan estratégico subregional para reducir la transmisión vertical de la infección por el VIH y la sífilis congénita, a la firma de acuerdos con el Consejo de Ministros de Salud (COMISCA) y el Consejo de Ministros de Asuntos de las Mujeres (COMMCA) acerca de actividades multisectoriales relacionadas con la salud, compras compartidas de vacunas y otros medicamentos y la formación de subcomisiones técnicas regionales sobre medicamentos esenciales, recursos humanos para la salud, enfermedades no transmisibles, vigilancia sanitaria y sistemas de información.

En el Caribe, la OPS/OMS colaboró con el nuevo organismo de salud pública (CARPHA) y con el Consejo de Desarrollo Humano y Social (COHSOD) de la CARICOM, en las esferas de enfermedades crónicas, promoción de la salud, salud de los adolescentes y prevención de la delincuencia, entre otras. Esto incluyó apoyo para la integración de la nutrición y la salud en las políticas agropecuarias y de inocuidad de los alimentos, en seguimiento a la Declaración de Puerto España y la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las enfermedades no transmisibles. Otras actividades contribuyeron a mejorar la vigilancia, a fortalecer los laboratorios (en especial el uso de la reacción en cadena de la polimerasa) y la creación de un marco nuevo para la acreditación de los laboratorios por el Centro de Epidemiología del Caribe (CAREC).

Estas actividades subregionales fueron apoyadas mediante una asignación especial en el Presupuesto por Programas de la Organización; lo mismo se hizo para apoyar el trabajo del Centro de Alimentación y Nutrición del Caribe (CFNI) y de la Oficina de Coordinación de Programas en el Caribe (CPC).

En junio del 2012, la OPS/OMS presentó la Coalición Regional sobre Agua y Saneamiento para Eliminar el Cólera de la Isla La Española, que procura movilizar recursos financieros, conocimientos técnicos especializados y el compromiso político de velar por que se hagan las inversiones necesarias en la infraestructura de agua y saneamiento a fin de eliminar el cólera de Haití y la República Dominicana. Además de la OPS/OMS, los miembros fundadores de la coalición son la OEA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, el UNICEF, la AECID, la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS), el BID, la Fundación Nacional de Salud de Brasil (FUNASA), la USAID y la Asociación de Médicos Haitianos en el Extranjero.

Todas estas actividades se sumaron a la colaboración constante de la OPS/OMS en los países con organizaciones profesionales, académicas, de beneficencia, religiosas y otras agrupaciones de la sociedad civil y a su función de coordinación con las autoridades nacionales, departamentales y locales de diversos sectores, entre otros, los de salud, educación, agricultura y ganadería, desarrollo, medio ambiente y asuntos de la mujer y de los pueblos indígenas.
²Entre los miembros se encuentran la OPS/OMS, UNICEF, UNFPA, USAID, el Banco Mundial, el BID, el Consejo de Población, Family Care International (FCI), la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG), la Federación Panamericana de Profesionales de la Enfermería (FEPPEN), y la Confederación Internacional de Matronas (ICM).
³Los miembros comprenden la OPS/OMS, el UNICEF, USAID, ACCES, BASICS, CORE Group, Plan USA, University Research Co./Center for Human Services (URC/CHS), Save the Children/Saving Newborn Lives, Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), ICM y FLASOG.
4Algunos de los miembros son el GTR, la OEA y la Fundación Caixa de España.
5Algunos de los miembros son OPS/OMS, PNUD, UNICEF, CEPAL, UNFPA, OIT, PMA, UNDOC, ONUSIDA, ONU-MUJERES, y UNOPS.

Promoción de redes de salud pública

En su calidad de catalizador de la colaboración regional y subregional en la esfera de la salud pública, la OPS/OMS contribuyó a establecer o ampliar redes que vinculan a las personas y a las instituciones para intercambiar conocimientos y aumentar el acceso a experiencia y conocimientos técnicos, recursos y actividades para el logro de metas comunes. Algunas de estas redes patrocinan reuniones o seminarios periódicos para sus miembros, mientras que otras son redes virtuales que aprovechan las oportunidades que brinda el acceso cada vez más fácil a la internet y a otras tecnologías de la información en toda la Región. He aquí algunos ejemplos de estas redes físicas y virtuales:

  • a) La Red Colaborativa de Atención Primaria de Salud, formada conjuntamente con el Ministerio de Salud de Brasil y la Escuela de Salud Pública de Andalucía (España), para fomentar intercambio de conocimientos y mejores prácticas basadas en la atención primaria de salud.
  • b) La Red Regional de Adquisiciones Farmacéuticas y Autoridades de Manejo de Suministros (CARIPROSUM), con participación de las autoridades nacionales de compra de suministros de los países del Caribe para promover la disponibilidad continua de productos farmacéuticos inocuos, eficaces y asequibles para el sector de salud pública.
  • c) La Red Regional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias para las Américas que ayuda a que los Estados Miembros tengan acceso y analicen datos para determinar el valor agregado comparativo de medicamentos, productos médicos e intervenciones de salud que se utilizarán por primera vez en los sistemas de salud.
  • d) CARMEN (Conjunto de acciones para la Reducción y Manejo de Enfermedades No Transmisibles) es una red de países, organizaciones e instituciones que trabajan para reducir la carga de las enfermedades crónicas y sus factores de riesgo en las Américas.
  • e) Health Research Web/Américas, creada con el Consejo de Investigaciones de Salud para el Desarrollo (COHRED) para ayudar a los países y las personas a establecer políticas y prioridades para la investigación sanitaria, mejorar la pertinencia de la investigación y perfeccionar las aptitudes para la investigación al suministrar recursos de información y facilitar los intercambios entre los países.
  • f) Red Salud, que vincula a 2 500 periodistas especializados en temas de salud, fue creada con la Iniciativa de Comunicación y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano para mejorar la cobertura de los temas de salud pública en los medios de comunicación.
  • g) La Red de Vigilancia de Enfermedades Crónicas de las Américas (AMNET), financiada por los CDC y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos, Salud Canadá, Ministerio de Salud de Finlandia y los ministerios de salud de otros Estados Miembros de la OPS.
  • h) La Red de Planes de Seguridad del Agua de Latinoamérica y el Caribe (RED-PSA/LAC), formada en asociación con los CDC y la EPA para apoyar y promover la ejecución de planes de seguridad del agua en ciudades de América Latina y el Caribe. También son miembros la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS), la Asociación Internacional del Agua (IWA) y ONU-HABITAT.
  • i) La Red Amazónica de Vigilancia de la Resistencia a los Antimaláricos (RAVREDA), organizada con Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela para vigilar la resistencia a los antimaláricos en la Amazonía.
  • j) La Iniciativa contra la Malaria en la Amazonía (AMI), creada con la USAID y apoyada por los CDC, la empresa Management Sciences for Health y la U.S. Pharmacopeia.
  • k) La Red BiVa-PaD (Biblioteca Virtual Andina para la Prevención y Atención de Desastres), una iniciativa conjunta con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Centro Regional de Información de Desastres para Amrica Latina y el Caribe, la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres y organizaciones asociadas del Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres (CAPRADE) busca facilitar el intercambio de información sobre gestión de riesgos y mitigación de emergencias y desastres.
  • l) La Coalición Interamericana para la Prevención de la Violencia, organizada en asociación con la OEA, otros organismos de las Naciones Unidas, la USAID y los CDC.

La iniciativa de más amplio alcance de la Organización para aprovechar el aumento del acceso a internet fue el Campus Virtual de Salud Pública, una iniciativa de aprendizaje a través de redes que vincula a personas y organizaciones para intercambiar información, conocimientos y oportunidades educativas sobre salud pública. Desde el 2003, el Campus Virtual ha pasado de ser un proyecto piloto con 13 instituciones afiliadas a una red de 144 instituciones en 11 países. En los últimos cinco años, más de 5 300 usuarios se han beneficiado de más de 150 cursos ofrecidos por la red, y su interoperabilidad con la Biblioteca Virtual en Salud de BIREME brinda acceso virtual a otros 3 600 recursos educativos. El Campus Virtual recibe financiamiento de los gobiernos de Canadá, Cuba y España y forma parte de las iniciativas emprendidas por la OPS/OMS para fortalecer los recursos humanos para la salud.

Una de las iniciativas de formación de redes más recientes de la Organización es la Plataforma Regional sobre Acceso e Innovación para Tecnologías Sanitarias (PRAIS), lanzada en el 2012 con el apoyo de Brasil y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos. Como parte de las actividades para promover el acceso a medicamentos y tecnologías fundamentales, la iniciativa vincula las redes, los recursos de información y las comunidades de práctica para promover la transferencia de tecnologías y mejorar la capacidad y la gobernanza en el sector de desarrollo farmacéutico.

Una iniciativa similar de formación de redes virtuales es el portal situado en el sitio web de la OPS, Cooperación entre Países para el Desarrollo de la Salud, que promueve el intercambio de conocimientos, la cooperación y las alianzas Sur-Sur.

El compromiso de la Organización para aprovechar al máximo las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación culminó en la elaboración del documento Estrategia y Plan de acción sobre eSalud, aprobado por el 51.o Consejo Directivo en el 2011 (resolución CD51.R5). La finalidad de la estrategia y plan de acción es utilizar herramientas y métodos de la información y la comunicación para mejorar la salud pública y la sanidad animal en especialidades como administración sanitaria, recursos humanos, coordinación y prestación de servicios de salud, y la producción y difusión de conocimientos científicos y técnicos.

Algunas de las aplicaciones prácticas de la información y la comunicación al ámbito sanitario que se ponen de relieve en la estrategia son tarjetas personales con información sobre salud, expedientes clínicos digitales, recetas médicas electrónicas, citas médicas en línea, telemedicina, educación a distancia y educación continua, blogs y portales dedicados a los temas de salud, centros de llamadas, bases de datos para la gestión de riesgos y la seguridad del paciente, herramientas de redes sociales para casos de desastres y emergencias, y digitalización de la documentación clínica y administrativa. Entre los posibles usuarios se encuentran el personal sanitario, los pacientes y el público general.

Promoción de preparativos

En la primera década del siglo XXI la Región de las Américas vivió una serie de emergencias y desastres. Sin embargo, a diferencia de la mayor parte del siglo anterior, la mayoría de los países de la Región cuentan hoy en día con la capacidad de responder a sucesos menores o hasta leves sin necesidad de la ayuda internacional. La OPS/OMS ha desempeñado una función esencial en este logro mediante su trabajo con los ministerios de salud para establecer y fortalecer programas de respuesta de emergencia en caso de desastres y elaborar estrategias regionales para reducir los efectos de los desastres sobre la salud.

No obstante, los niveles de preparación varían mucho entre los países y la gravedad de los sucesos peligrosos en algunos casos ha superado con creces las capacidades de los países para responder. El más trágico de los sucesos recientes fue el terremoto del 2010 ocurrido en Haití, que se cobró más de 200 000 vidas y afectó a la mayor parte de la población haitiana. Al igual que en la mayoría de los desastres, los haitianos mismos salvaron cientos de vidas y asistieron a miles de lesionados y personas que quedaron sin hogar, con el apoyo de sus vecinos más cercanos como República Dominicana, Cuba y otros países del Caribe. Sin embargo, el apoyo de la comunidad internacional más amplia también fue esencial para la respuesta y la recuperación a más largo plazo.

La OPS/OMS desempeñó una función fundamental en estas actividades como líder del Grupo de Acción Sanitaria, que ejerció la coordinación de cientos de organizaciones que trabajan en cuestionesde salud, y como entidad administradora junto con el gobierno haitiano del depósito nacional de productos farmacéuticos, PROMESS. La Organización también supervisó el control de calidad del agua potable en los sitios de cloración, ayudó a restablecer el funcionamiento del Laboratorio Nacional de Salud Pública y participó en la creación de una base de datos y mapas de las ubicaciones de los establecimientos de salud existentes y de los asociados en la esfera de la salud que estaban trabajando en el país. (Este apoyo se describe con más detalle en el Informe Anual de la Directora 2010: promoción de la salud, el bienestar y la seguridad humana).

Las alianzas en pro de la salud que se fortalecieron después del terremoto de enero del 2010 en Haití volvieron a ser fundamentales para la respuesta a la epidemia de cólera que empezó en octubre del mismo año. La respuesta se complicó porque no se habían superado los puntos débiles del sistema de salud del país y porque el personal sanitario tenía muy poca o ninguna experiencia con una enfermedad que no se había visto en Haití en más de un siglo. La OPS/OMS y otros asociados ayudaron a las autoridades sanitarias a establecer centros de tratamiento del cólera y se movilizaron recursos y experiencia en diversas áreas como tratamiento de casos, distribución de medicamentos y suministros esenciales, vigilancia de enfermedades y alerta temprana, capacitación y directrices, mensajes de prevención, y salud ambiental.

La pandemia de gripe por H1N1 del 2009

La primera pandemia de gripe del nuevo siglo empezó en las Américas y se propagó a todo el mundo en un lapso de pocos meses. Aunque fue mucho menos grave de lo que se temía al principio, se cobró miles de vidas y reveló importantes debilidades en los sistemas de salud de los países. El gran número de casos, unido a la incertidumbre de la población acerca de la gravedad del virus, aumentaron la carga sobre los establecimientos hospitalarios y sanitarios de varios países, lo que llevó a algunos gobiernos a responder con la adopción de restricciones ineficaces e innecesarias a los desplazamientos de la población. Esto subrayó la necesidad de aumentar las inversiones sanitarias en general y, en particular, en el fortalecimiento de la atención primaria de salud, así como la importancia de formular políticas públicas basadas en datos de investigación.

La pandemia de gripe por H1N1 del 2009 también puso a prueba los preparativos que la OPS/OMS había promovido en la Región después del brote del síndrome respiratorio agudo grave (SARS) del 2003 y las inquietudes por la amenaza creciente de la gripe por H5N1. Una reunión de examen con representantes de los Estados Miembros celebrada a finales del 2009 concluyó que estas actividades habían dado resultado, pero que en la mayoría de los países los planes de preparación para una pandemia no habían funcionado debidamente, en particular a nivel local. El grupo de examen recomendó mejorar la coordinación con el sector sanitario privado, además de aumentar la claridad acerca de los flujos de información y los recursos necesarios para llevar a cabo la vigilancia mejorada.

Además de estas actividades de preparación, la OPS/OMS desempeñó una función clave de apoyo a lo largo de toda la pandemia de gripe por H1N1 del 2009, que tuvo repercusiones considerables en toda la Región (véase también el capítulo I). Inmediatamente después de que México notificó el brote, la OPS/OMS activó el Centro de Operaciones de Emergencia y, por conducto de la Red Mundial OMS de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), empezó a movilizar a expertos internacionales en epidemiología, gestión de emergencias, laboratorios, comunicación, servicios de salud, promoción de la salud e inmunización, entre otros. A medida que la epidemia se propagó, la OPS/OMS apoyó a los países mediante la coordinación de la compra de los antivíricos (oseltamivir), los equipos de protección personal y el equipo y material de laboratorio; además, impartió capacitación en el uso de la reacción en cadena de la polimerasa para detectar el virus pandémico. Una vez que se contó con la vacuna contra la gripe pandémica, el Fondo Rotatorio de la OPS ayudó a comprar más de 20 millones de dosis para 23 países.

La pandemia también sirvió para someter a prueba el nuevo Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que ha sido uno de los aspectos más importantes de la cooperación técnica de la OPS/OMS en cuanto a la alerta y respuesta ante brotes epidémicos para ayudar a los países a cumplir a cabalidad con sus compromisos reglamentarios. La reunión regional de examen de la pandemia del 2009 llegó a la conclusión de que el RSI, a través de sus centros nacionales de enlace, había resultado ser un mecanismo eficaz para alertar e informar a los Estados Miembros, había contribuido a generar información para las recomendaciones formuladas por las autoridades sanitarias y había aumentado la credibilidad de las autoridades al promover la transparencia. Sin embargo, la pandemia también había revelado una falta de armonización en los sistemas de vigilancia de los países y brechas en los marcos jurídicos nacionales que entorpecen el cumplimiento pleno del RSI.



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