Washington, DC, 3 de octubre de 2014 (OPS-OMS).- Los esfuerzos de la salud pública para combatir la epidemia de tabaquismo han avanzado significativamente desde que en 1964 la primera evidencia científica publicada mostró al tabaco como adictivo, causante de cáncer y mortal cuando se lo utiliza como lo sugiere el fabricante.

Al igual que entonces, la industria del tabaco sigue gastando hoy millones de dólares para tratar de influir en los consumidores para que sigan fumando, señalaron expertos durante una mesa redonda sobre avances y desafíos del control del tabaco en la región de las Américas, celebrada esta semana durante el 53o Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"Desde 1964, hemos salvado 8 millones de vidas con intervenciones para el control del tabaco", dijo el Cirujano General interino de los Estados Unidos, Boris Lushniak, al presentar los hallazgos del Informe de la Dirección General de Servicios de Salud 2014 titulado "Las consecuencias del tabaquismo en la salud: 50 años de progreso". "Sin embargo, el 18% de la población (estadounidense) aún es fumadora, y medio millón muere cada año. Hay un avance, pero el problema aún es demasiado grande. Hay que enojarse, esta epidemia se inició y está siendo mantenida por la industria del tabaco", agregó.

Las leyes y reglamentos que limitan las ventas y la publicidad del tabaco y establecen ambientes libres de humo de tabaco para proteger a las personas del humo de segunda mano han sido fundamentales para la reducción del consumo de tabaco. Las intervenciones más efectivas figuran en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha sido ratificado por la mayoría de los países de las Américas.

Kevin Harvey, secretario permanente interino del Ministerio de Salud de Jamaica, señaló que su país ha comenzado a implementar una serie de medidas para el control del tabaco, basadas en las recomendaciones del CMCT.

Actualmente, el país está libre de humo en todos los lugares públicos y de trabajo cerrados, requiere avisos gráficos que cubran el 60% de la superficie de los paquetes de tabaco y está tratando de poner en práctica la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio. Sin embargo, señaló, "el CMCT no es sólo responsabilidad del ministerio de Salud. Es un tratado y es responsabilidad de todo el Gobierno".

La ministra de Salud de Costa Rica, María Elena López, señaló que su país ha establecido que el 100% de los espacios cerrados públicos estén libres de humo, medida que la industria trató de impedir. Además, expresó optimismo ante la disminución de la epidemia de tabaquismo: "no es el ministerio de Salud el que va a acabar con el consumo de tabaco," dijo, "sino que van a ser los consumidores."

El subdirector de la OPS, Francisco Becerra, felicitó a El Salvador por su reciente ratificación del CMCT, y a Nicaragua y Uruguay por ser los primeros, entre las partes del CMCT, en firmar el Protocolo sobre Comercio Ilícito de Tabaco. Señaló, sin embargo, que aún hay cinco países de la región que no han ratificado el convenio.

La Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, llamó a la solidaridad con los países que están tratando de implementar medidas para el control del tabaco, que están siendo desafiadas agresivamente por los intereses de la industria.

"Tenemos que recordar que la industria no se detiene", subrayó Etienne. "Están gastando 27 dólares por persona al día en promoción. Están combatiendo con litigios la legislación sobre el tabaco en Uruguay y Jamaica. Esto significa que tenemos que estar unidos para contrarrestar los esfuerzos de la industria tabacalera".

Lushniak coincidió al afirmar que "la industria del tabaco es poderosa, tiene un montón de dinero y, quizás lo más importante, está desesperada por sobrevivir."