Ginebra, 26 de mayo de 2016 (OPS/OMS)- La respuesta a brotes y emergencias por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como la cantidad y el tipo de emergencias que se enfrentan en la actualidad fueron objeto de debate de un panel de expertos que participó en una sesión técnica, durante la 69ª Asamblea Mundial de la Salud. Delegaciones de los países, entre ellos Brasil, presentaron sus experiencias en diferentes tipos de emergencias.

"Los tiempos han cambiado y la demanda sobre la comunidad internacional es tanta que necesitamos manera de trabajar mejor, integrados, para tener un enfoque más sinérgico", afirmó la Directora General de la OMS, Margaret Chan. Sobre los brotes, indicó, "si no los controlamos pronto, pueden escaparse de las manos y convertirse en una crisis humanitaria mundial. Es por eso que estamos reformando la respuesta de emergencia".

Discusiones técnicas sobre respuesta ante emergencias

Chan enumeró los desastres que se deben hacer frente, desde terremotos e inundaciones, hasta las 60 millones de personas que se ven obligadas a abandonar sus casas por conflictos en sus país. En ese contexto, condenó el ataque al personal de salud que trabaja en esos conflictos y trata de ayudar a los más vulnerables.

Por su parte, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, destacó la experiencia de 40 años del programa de emergencias de la OPS y las lecciones aprendidas para manejar desastres. Subrayó que el liderazgo es esencial en la respuesta, y puso el ejemplo de la respuesta al brote de zika. "Los líderes tienen que estar bien preparados y tener la información. Esto se hace con buena planificación y preparación", afirmó.

Etienne destacó la necesidad de que participen distintos interlocutores de la sociedad civil y las comunidades, en todas las fases de la respuesta. Enfatizó sobre la necesidad de que se descentralice el proceso de planificación y respuestas, porque la esfera local debe participar en tanto conocen sus localidades y porque todas las decisiones no sólo se deben tomar a nivel nacional.

La Directora de la OPS destacó también la necesidad de que los países no sólo cumplan con alcanzar las capacidades básicas establecidas por el Reglamento Sanitario Internacional, sino que las puedan mantener. Llamó también a tener sistemas de vigilancia y reporte desde el nivel local, hasta el nacional y subregional. Además, indicó sobre la necesidad de tener personal de salud bien distribuido y capacitado para el manejo de emergencias.

Etienne subrayó que lo gobiernos deben invertir en servicios de salud para que sean sólidos. Indicó que los sistemas de salud deben ser resilientes, pero también las situaciones de desastres pueden ofrecer oportunidades de colaborar con los gobiernos para fortalecer los sistemas de salud a futuro y ofrecer así servicios de calidad en la atención primaria. Señaló que en esas oportunidades hay más disposición en los gobiernos y los ciudadanos para fortalecer sus sistemas de salud. Sin embargo, "eso tiene que venir de la mano de inversión en salud" y es "la oportunidad de los donantes de ofrecer cooperación técnica para esas reformas".

Alexander Fonseca Santos, de la Secretaría de Vigilancia de Salud de Brasil, relató la experiencia de su país en enfrentar el brote del virus del Zika y los casos asociados con microcefalia. Fonseca destacó las lecciones extraídas de estos meses de trabajo en zika, como por ejemplo la necesidad de estar preparados incluso para enfrentar las enfermedades conocidas. Añadió que la comunicación y transparencia con los medios de comunicación, con la OPS y OMS fue central en toda la respuesta a zika y ha permitido mantener una buena comunicación a nivel nacional e internacional. Añadió que la creación de salas de gestión de emergencia en todos los estados del país, también colaboró en mejorar la gestión de la emergencia.

Ataques contra personal médico

La Directora de Médicos Sin Fronteras, Joanne Liu, sostuvo que la creación del nuevo programa de emergencias de la OMS "es un paso positivo", pero requerirá del compromiso de los Estados Miembros para que prospere. También destacó que en la actualidad las amenazas ya no se limita a las enfermedades infecciosas. "La ayuda humanitaria es bienvenida cuando sirve a los intereses de algunos, pero cuando no, está sujeta a estos ataques y nadie responde. Los doctores estamos en la mira de muchas personas, incluido los terroristas y los militares", indicó.

Liu subrayó que "cuando estos ataques suceden, se ataca todo el sistema de salud" y que "los cuidados sanitarios no pueden ser un daño colateral de los conflictos; la salud está en peligro en la zona en conflicto".

El panel de discusión incluyó la experiencia de gestión de desastres y brotes de Pakistán, la de República Democrática del Congo, en cuanto al manejo de casos de fiebre amarilla, así como de República Centroafricana con la situación de la salud tras una crisis humanitaria. También la viceministra de Salud de Japón se refirió a los aspectos financieros que se necesitan para hacer frente a las emergencias.

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