Washington, DC, 28 de septiembre de 2016 (OPS/OMS) - Desde 2014, cuando los Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aprobaron por unanimidad el objetivo de lograr el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, el progreso para la mayoría de los países de la región se ha visto obstaculizado por el lento crecimiento económico, el aumento de los costos de los medicamentos, y la creciente demanda de atención debido al envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades no transmisibles.

Las autoridades de salud se reunieron para discutir los desafíos de avanzar hacia la salud universal en este contexto, durante un foro especial de alto nivel sobre "Invertir en Salud universal: el papel de la inversión pública en salud", organizado como un evento paralelo al 55º Consejo Directivo de la OPS.

El foro contó con la participación como panelistas de Rufus Ewing, Premier de Turcas y Caicos; Carmen Castillo, ministra de Salud de Chile, y Lucrecia Hernández Mack, ministra de Salud de Guatemala. 

Plan nacional de seguro de enfermedad de las Islas Turcas y Caicos

Ewing describió el Plan Nacional de Seguro de Salud adoptado hace seis años en las Islas Turcas y Caicos, que se financia con las contribuciones de los empleadores y los trabajadores y son obligatorias para todos los residentes del país. El plan funciona como una entidad de pago única y comprende un amplio paquete de beneficios para todos los residentes de las islas, con pagos directos limitados que, según señala Ewing, desaparecerán por completo dentro de un tiempo.

Este plan no tiene exclusiones en cuanto a trastornos médicos preexistentes y cubre incluso la atención de salud recibida en el extranjero, aunque esto último se está reconsiderando debido a los altos costos que entraña. Para mejorar el acceso a la atención médica, el gobierno ha ampliado los horarios de los consultorios, que permanecen abiertos hasta las 9 o 10 de la noche para las personas a las que se les hace difícil recibir atención de salud en los horarios de trabajo habituales. Entre los cambios propuestos recientemente se encuentra una ampliación de la cobertura para los desempleados, que pasaría de los 90 días actuales a un máximo de 18 meses, y atención de salud garantizada a los hijos de los trabajadores migrantes. "Con estos cambios nos acercaremos a una cobertura cercana al 100 por ciento", explicó Ewing.

Chile: ampliar la atención "de una manera ordenada"

Carmen Castillo, ministra de Salud de Chile, describió los cambios que se han adoptado recientemente en el sistema de la salud universal de su país, que ofrece cobertura principalmente mediante el Fondo Nacional de Salud Pública (FONASA), pero también a través de aseguradoras privadas conocidas como "isapres" (instituciones de salud previsional). Los cambios recientes se encuentran en una nueva ley que garantiza la cobertura de los medios de diagnóstico y los medicamentos de alto costo de once enfermedades. Esta ley, sancionada en octubre del 2015, se basa en el Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (Plan AUGE), que ha garantizado tratamiento oportuno para una lista cada vez mayor de enfermedades desde que se estableció en el 2005.

"El Plan AUGE nos dio experiencia sobre cómo ampliar el acceso de una manera ordenada", señaló Castillo. La ley más reciente se conoce como Ley Ricarte Soto, en honor a un periodista chileno que murió de cáncer de pulmón en el 2013. Elaborada luego de consultas con asociaciones de pacientes, se esperaba que la nueva ley beneficiaría a unos 4.000 pacientes, pero el número de beneficiarios sigue creciendo, según lo ha indicado Castillo. Este aumento, que se calcula que costará unos 66 millones de dólares al año, así como unos 4.000 millones de dólares en inversiones en infraestructura de salud, se ha financiado en gran parte mediante reformas fiscales e impositivas aprobadas por la actual Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Sistema de salud de Guatemala: un paciente en estado crítico

La nueva ministra de Salud de Guatemala, Lucrecia Hernández Mack, describió la gigantesca tarea que implicaba el hacerse responsable de un sistema nacional de salud afectado por la falta crónica de inversión, por la corrupción generalizada en los procesos de contratación, de compras y de gestión de los recursos humanos, y por controversias laborales recurrentes. Describió el sistema como un "paciente con desnutrición crónica que luego contrae una infección y pasa a estado crítico". Indicó que la red de servicios públicos de salud tiene un desfase de 40 años para estar en condiciones de satisfacer las necesidades de salud de Guatemala, país con más de 16 millones de habitantes.

Hernández dijo que su prioridad máxima es fortalecer los servicios de atención primaria del país, haciendo hincapié en la atención comunitaria prestada mediantepuestos de salud. Además de que actualmente son demasiado pocos (Hernández señala que hacen falta unos 4.000 establecimientos), en estos centros, por lo general, se ha prestado atención médica principalmente a menores de 5 años y a mujeres en edad fértil. La meta de Hernández es cambiar eso y proporcionar atención de salud a personas de todas las edades, a lo largo del curso de vida.

La ministra reconoció que financiar estas y otras mejoras en el sistema de salud de Guatemala constituye todo un reto. El Congreso rechazó un paquete de reforma fiscal propuesto por el presidente actual; por ello, los pagos directos siguen cubriendo la inmensa mayoría del gasto de salud.

Camilo Cid, asesor regional de la OPS/OMS en economía de la salud, dijo que los países deben adoptar la política de realizar inversiones contracíclicas en el sector de la salud, es decir, aumentar las inversiones de salud cuando la economía nacional se estanca o se contrae.