Ginebra, 22 de mayo de 2017 (OPS/OMS)- Representantes de países de todo el mundo y de organizaciones que trabajan en respuesta a emergencias llamaron hoy a actuar con decisión en detener los ataques que reciben los establecimientos de salud y los trabajadores de salud en zonas de conflictos.

La ministra de Salud de Canadá, Jane Philpott, subrayó que los trabajadores de la salud "son muchas veces la diferencia entre la vida y la muerte, especialmente en lugares de conflicto". Señaló que siempre hay un riesgo cuando uno se desplaza por esas zonas, pero esto es sustancialmente diferente de los trabajadores de la salud tomados como blancos en los conflictos. "Ese tipo de riesgo no puede ser aceptado", sentenció.

Philpott destacó que a diferencia de otros tiempos, muchos hospitales ahora evitan ser marcados para protegerse de los ataques aéreos. Destacó que los centros de atención médica, los suministros esenciales de medicina e infraestructura cada vez más son el blanco de ataques "en un claro desconocimiento de la neutralidad médica" en este tipo de conflicto. También llamó la atención sobre la posibilidad de que las personas pasen a estar como entumecidas frente a estos temas y ya no tengan la cobertura en los medios de comunicación.

"Esto debe cambiar. Debemos pasar de la concientización a la acción. Esta conversación debe seguir más allá", afirmó la ministra. "Necesitamos trabajar juntos para apoyar a la Organización Mundial de la Salud dentro de Naciones Unidas, para recolectar la información sobre estos ataques y alertar sobre ellos para poder hacer. Los trabajadores de la salud no son blancos legítimos en una guerra. Necesitamos estar alerta y actuar de manera efectiva", concluyó.

Por su parte, el Director Ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Peter Salama, dijo que las figuras de los ataques al sector salud son "alarmantes" en todo el mundo. "Aparte de los datos hay una tendencia más inquietante. Se está convirtiendo en una tendencia de la guerra, una forma de castigo colectivo los ataques químicos, la destrucción de la ayuda humanitaria y la disminución del espacio humanitario", advirtió.

"Hoy se menoscaba el sistema de salud. Y esto lo hacen tanto los Estados como todas las partes combatientes no estatales", indicó. "Se impiden evacuaciones médicas urgentes, se cierra el suministro de equipos de salud y materiales (...). Todo eso hace que se hunda el sistema de salud" en las zonas de conflicto, explicó.

Por su parte, la Directora de Médicos Sin Frontera, Joanne Liu, destacó la alamar de su organización ante los ataques. Relató que hay médicos y enfermeros que están siendo blancos de ataque por dar atención sin discriminación en un conflicto. Llamó a tomar acciones decisivas para combatir este problema.

La Directora General de la OMS, Margaret Chan, cerró el evento con un llamado a trabajar todos los actores juntos para poder poner fin a estos ataques. "No podemos permitir que esto siga sucediendo", subrayó. "Debemos trabajar todos juntos en soluciones".

En el momento de la reunión, el panel recibió la noticia de que un hospital había sido bombardeado en Bagdad con decenas de heridos hasta ese momento.

Enlaces

- WHO/Attacks on Health Care