altPara mediados de enero, habían caído 27 pulgadas de lluvia en Guyana (la precipitación normal para este período es 7 pulgadas), lo que causó considerables inundaciones en las zonas costeras que son las más densamente pobladas del país. Casi 192.000 personas en Georgetown y sus alrededores, la Costa Este, los Bancos del Este y West Demerara han sufrido daños.

Las inundaciones han tenido un impacto importante en las instalaciones de salud, y evaluaciones realizadas por la OPS han revelado que en la Región 3, 25% de los 12 centros de salud han cerrado y tienen algún tipo de daño. La Región 4 (con una población de 75.000) ha sido la más severamente afectada, donde 22 de los 36 centros de salud (61%) se inundaron, 12 instalaciones de salud (33%) están fuera de servicio, y tres (8%) están ofreciendo servicios limitados (las últimas siete instalaciones están ofreciendo servicios sin problema). Los daños reportados incluyen la pérdida de suministros (agujas, medicamentos, vacunas, algodón, vendas, etc.) y daños a las bombas de agua, unidades de refrigeración (cadena de frío), muebles y conexiones eléctricas.

La OPS ha organizado y guiado equipos móviles de salud, con la visita a albergues y comunidades en las áreas afectadas. A diario, aproximadamente 35 equipos compuestos por 7-10 personas son llevados a realizar vigilancia epidemiológica y tratar enfermedades. La OPS/OMS ha preparado y distribuido formularios de vigilancia epidemiológica en albergues y comunidades, ha realizado análisis de la información y ha coordinado la respuesta a los brotes, en colaboración con el Ministerio de Salud.

Se ha desarrollado un protocolo básico para tratar los casos que se sospechan de leptospirosis, una enfermedad bacterial que con frecuencia es causada por la exposición a aguas contaminadas con la orina de animales infectados. Las personas se contagian a través del contacto con agua, comida y tierra. El protocolo recomienda hacer pruebas a los pacientes que son admitidos a los hospitales y hacer pruebas al azar a aquellos que vienen a tratarse síntomas consistentes con los signos de la leptospirosis. Los equipos móviles están recolectando muestras de sangre de áreas donde aún no se ha detectado la leptospirosis. La información completa sobre las inundaciones está en www.paho.org/desastres.

 

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 Gracias a una campaña de información para reducir el contacto innecesario con las aguas de la inundación, se notó una marcada reducción de niños jugando en el agua. Sin embargo algunas personas continúan caminando sin zapatos por las lagunas formadas, incrementando el riesgo de contacto con la becteria de leptospirosis, a través de heridas en sus pies. 

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Equipos medicos móviles visitan los albergues con regularidad para llevar el control de las enfermedades. Los casos serios son enviados al hospital. Hasta el 8 de febrero, 2.400 personas aún estaban en albergues. 

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Las condiciones sanitarias se deterioraron rápidamente como consecuencia de las inundaciones. El recogido de basura fue un problema en las areas afectadas (empeorado por el hecho que en los albergues las comidas se sirven en platos descartables). Habían cuerpos de animales por todos los caminos que hubo que limpiar.