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a comunicación es un elemento estratégico en situaciones de emergencias y desastres que permite a la población tomar las mejores decisiones para precautelar su vida y salud.

El mismo día del evento sísmico, mientras se restablecía paulatinamente la comunicación con las zonas afectadas, los mensajes de texto fueron la alternativa para coordinar la recopilación y consolidación de información que los equipos técnicos en territorio entregaban a la coordinación zonal y desde ahí al Ministerio de Salud, su Sala Situacional y el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional.

La comunicación, enfocada a la población, con mensajes clave del MSP y el apoyo de la OPS/OMS, se dirigió en dos ejes: informativa, para dar a conocer la ubicación de unidades hospitalarias operativas y otros datos relevantes, y preventiva, para abordar el consumo seguro de agua, medidas de protección sobre violencia, transmisión de enfermedades como zika y otros. Las entrevistas por los medios masivos fueron clave para difundir información sobre los principales problemas de salud y las medidas para enfrentarlos.

Además, se realizó entrenamientos para fortalecer las capacidades en estrategias de educomunicación mediante actividades artísticas y lúdicas (música, teatro, pintura), que permitan comunicar mensajes para la prevención de enfermedades priorizadas y primeros auxilios psicológicos. En el albergue de Portoviejo, por ejemplo, a través de intervenciones artísticas y lúdicas, expresadas en amorfinos (coplas propias de la zona), se trató el cuidado en tapar tanques de agua, evitar el contagio de zika, dengue y chikungunya, así como diarreas, enfermedades estomacales, insalubridad o falta de cuidado en manejo de desechos y agua.

La difusión de información se mantiene y los equipos capacitados en técnicas lúdicas de comunicación siguen el desarrollo de acciones en las zonas afectadas, visibilizan recursos de resiliencia individuales y comunitarios y fortalecen las acciones de prevención de enfermedades y promoción de la salud.