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La gripe aviar:
cómo comunicar el riesgo

Antes de presentar algunos de los fundamentos de la comunicación de riesgos, he aquí un resumen sobre la gripe aviar y la razón por la cual no es fácil dar la voz de alarma.

¿Gripe otra vez?

La influenza ha sido por mucho tiempo el hijo abandonado de la familia de las enfermedades infecciosas. Cada invierno, decenas de millones de personas contraen la gripe. La mayoría de esa gente se queda en casa, enferma y sintiéndose muy mal, durante una semana. Otros, en especial las personas de edad avanzada, mueren. Sabemos que el número de muertos supera los cientos de miles de personas al año. Sin embargo, la gente piensa que la gripe es una molestia menor. Ni siquiera una gran controversia, como la surgida el año pasado por la contaminación de la mitad del suministro de vacunas en Estados Unidos, logró causar más que una alarma pasajera en la preocupación por la gripe. Durante varias semanas, hubo largas filas para vacunarse. Pero en el mes de enero, como todavía quedaban vacunas, se suspendió el racionamiento y las autoridades volvieron a pedir a la gente que, por favor, se vacunara.

Los factores que hacen que un riesgo sea preocupante y los factores que lo hacen peligroso son diferentes. La morbilidad y mortalidad tienen poco efecto en el grado de preocupación, temor o enojo de la gente.

Cuando otras enfermedades, como el SRAS o el virus del Nilo Occidental, acaparan los titulares, las autoridades y los columnistas a menudo desdeñan el alboroto, comparando la nueva enfermedad con la gripe y diciendo que estamos demasiado preocupados por algo que ocasiona menos muertes que la gripe anual. Como la gripe no nos preocupa, ¿por qué vamos a preocuparnos por esta otra cosa?

Esta pregunta encuentra buenas respuestas en la comunicación de riesgos. Comparados con la gripe, el SRAS y el virus del Nilo son poco conocidos; se pregunta si los expertos en realidad saben lo que están haciendo y si están diciendo todo lo que saben. Una verdad fundamental en la comunicación de riesgos es que los factores que hacen que un riesgo sea motivo de preocupación y los factores que lo hacen peligroso son completamente diferentes. Las estadísticas de morbilidad y mortalidad determinan la gravedad técnica de riesgo. Pero tienen muy poco efecto en el grado de preocupación, temor o enojo de la gente. Piénsese en ello como una "gravedad cultural", la cual está determinada por este tipo de factores: ¿el riesgo es voluntario o es obligado? ¿Es conocido o es exótico? ¿Lo controlan otros o las personas que están en riesgo? (Ver Riesgo = Amenaza + Indignación)

La gripe anual es el paradigma perfecto de un riesgo que es grave técnicamente, pero culturalmente no lo es: el tipo de riesgo que mata gente pero no preocupa mucho. Es conocido más que exótico, y todo menos digno de recordarlo (en especial porque ha pasado mucho tiempo desde la última pandemia). No es un riesgo voluntario, pero la vacunación contra la gripe en los países desarrollados suele serlo. Es un mal crónico en vez de catastrófico y reaparece cada año puntualmente. No es particularmente temible. Excepto por el hecho de que ataca a demasiadas personas mayores, la gripe no tiene preferencias. En un año común, no surgen muchas controversias sobre la gripe; no hay batallas sobre el control o la equidad, no hay problemas de moralidad, confianza o interés. Es muy, muy difícil lograr que la gente se preocupe realmente por la gripe.

¡No es la gripe común!
 Mother holds portrait of her deceased son
Una madre vietnamita sostiene una foto de su hijo de 4 años que murió de gripe aviar en 2004. La familia, de un pueblo cercano a Hanoi, había beneficiado y consumido pollos que tenían la enfermedad. (Foto FAO)

En 1997, en Hong Kong murió un niño de gripe, no de gripe humana, sino de gripe aviar causada por una cepa del virus de la gripe aviar conocida por los virólogos como H5N1. Desde entonces, el H5N1 se ha propagado inexorablemente a la población de aves del sudeste asiático. Esto constituye un gran problema para la industria avícola. Hasta ahora, es un problema menor para la salud humana. Alrededor de cien personas se han contagiado con el H5N1 directamente de las aves. Se cree que un par de personas se contagiaron de otras personas. Pero ha muerto más de la mitad de los enfermos. Y muchas de las víctimas fueron personas jóvenes y saludables.

Debido a que el H5N1 nunca antes había infectado a seres humanos, no hay inmunidad natural y todavía no se ha desarrollado ni aprobado una vacuna. Lo único que hasta ahora nos protege es que la gripe aviar no se contagia fácilmente a las personas. Pero los virus de la gripe cambian constantemente. Mutan. Intercambian material genético con otros virus de la gripe en un proceso llamado "reordenación". Todo lo que se necesita para iniciar una crisis en la salud humana es que una mutación o reordenación produzca una variedad del H5N1 que se transmita con facilidad entre la gente, tal como lo hace la gripe común. Si esto ocurre nos enfrentamos a una epidemia mundial: a una pandemia.

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