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La gripe aviar:
cómo comunicar el riesgo

A continuación, algunas recomendaciones más en breve:

6. Esté dispuesto a especular de manera responsable

Las advertencias son intrínsecamente hipótesis. Al igual que los pronosticadores de huracanes, hay que ofrecer el escenario de ambas situaciones, la peor y la más probable, y reconocer siempre que puede ser que estemos equivocados.

7. No se deje atrapar por el juego de las cifras

Son inútiles las batallas sobre cuántas personas podrían morir por la pandemia del H5N1. Lo que importa es que las pandemias de gripe son espantosas, y que por primera vez podemos ver una que llega y prepararnos para recibirla.

8. Haga hincapié en la magnitud y no en la probabilidad

El fundamento para la preparación de la pandemia del H5N1 no es que estemos seguros de que llegará, es lo grave que puede ser. Confiar demasiado en la probabilidad de riesgo es un error. Las advertencias dramáticas sobre la magnitud del riesgo están más justificadas. (Hay momentos en que es mejor insistir en la probabilidad. Pero en el caso de una perspectiva incierta de una catástrofe, la magnitud es lo fundamental).

9. Guíe la reacción de ajuste

Una vez que la gente supera la apatía y empieza a considerar seriamente un nuevo riesgo, la respuesta normal es una "reacción de ajuste"; un temor temporal, a veces acompañado por una cautela excesiva o fuera de lugar. éste es el momento para enseñar. No lo pase por alto ni lo ridiculice, guíelo. Luego nos instalamos en una "nueva normalidad."

10. Informe al público rápidamente e intente ser totalmente franco y transparente

éstas son dos de las recomendaciones de la comunicación de riesgos más difíciles de adoptar por los gobiernos. Existen demasiadas barreras: temor de perjudicar a la economía, de parecer incompetente, de equivocarse, de causar alarma indebida. Pero el precio de informar al público muy tarde, de encubrir o minimizar el problema es muy alto: disminuye la credibilidad exactamente cuando más la necesita para ayudar a su gente a superar la pandemia de gripe.

La mayoría de estas recomendaciones son contrarias a la intuición. Esto es lo más difícil de la comunicación de riesgos: contradice lo que es natural para la mayoría de las autoridades, en especial si están bajo presión. La comunicación de riesgos es por sí misma una disciplina incierta. Pensamos que aumenta las posibilidades de lograr un resultado favorable, pero no siempre podemos garantizar un buen resultado. Cuando las autoridades de salud planifican cómo deben hablar al público acerca de una posible pandemia de gripe, tienen que tomar decisiones difíciles. Y una de ellas es: en qué grado deben dejar que la comunicación de riesgos oriente sus decisiones.

Los doctores Peter M. Sandman y Jody Lanard son consultores en comunicación de riesgos.Viven en Princeton,N.J., EE.UU. Visíte www.psandman.com.

Un curso interactivo de autoinstrucción sobre comunicación de riesgos está disponible al público en el sitio web del Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS), uno de los 10 centros científicos y técnicos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El curso abarca la teoría y la metodología de la comunicación de riesgo y aborda estrategias e intervenciones eficaces para las poblaciones destinatarias. Fue preparado por la OPS y la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR) de Estados Unidos, con apoyo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los estudiantes que terminen el curso satisfactoriamente recibirán un certificado. El curso se encuentra en ingles, español y portugués en: www.bvsde.ops-oms.org/tutorial6/e/index.html.

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