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La vacuna contra la polio: "Gracias, Dr. Salk"

Lo que ocurrió entre 1938 y 1955 fue tan impresionante que pocas personas de las que vivían entonces pueden olvidarlo. El presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt -sobreviviente de polio- alentó a su país a declarar la guerra contra la polio. En 1938, con la creación de la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil (que hoy en día se conoce como la March of Dimes), se emprendió un esfuerzo masivo de recolección de fondos para costear la atención de los pacientes de polio y la investigación científica. En los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, la causa se hizo más urgente ya que la epidemia empeoró y, en 1952, alcanzó su punto máximo en Estados Unidos, año en que se registraron unos 58.000 casos.

El 12 de abril de 1955 -10 años después del fallecimiento de Roosevelt- la March of Dimes anunció que la vacuna Salk era tanto inocua como eficaz.

El éxito no se hizo esperar; en 1957, primer año en que se aplicó la vacuna ampliamente, el número de casos de polio disminuyó a 5.000. En 1960 hubo apenas 3.000. El último caso de poliovirus salvaje en Estados Unidos se registró en 1979 y, en América Latina, en 1991. En 1994 -después de una generación de vacunaciones contra la polio- toda la región de las Américas fue declarada libre de polio.

Este año, médicos y padres de todo el mundo rinden homenaje a Jonas Salk y su vacuna contra la polio. ¿Pero cuánto crédito merece realmente Salk?

La gran carrera

Algunos sostienen que John Enders, de la Universidad de Harvard, merece gran parte de la gloria. Fue él con sus colegas Thomas Weller y Frederick Robbins que finalmente ganaron el premio Nobel por sus investigaciones relacionadas con la polio. Su pionero trabajo permitió reproducir el virus en cultivos celulares, lo cual sentó las bases para el desarrollo de la vacuna.

También fue crucial el trabajo de Julius Youngner, miembro del equipo de Salk en la Universidad de Pittsburgh. Youngner concibió el método llamado "tripsinización", que permitía reproducir el virus en tejido de riñón de mono y no en las células de fetos humanos utilizadas por Enders. Todo esto preparó el terreno para la producción en gran escala de virus y vacunas.

Salk entró en la escena de la polio como experto en virología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, donde originalmente se había especializado en gripe. Su primera relación con el virus consistió en tipificarlo, a fin de ganar dinero para ampliar su laboratorio.

Apoyado y alentado por la organización March of Dimes, Salk avanzó rápidamente en su búsqueda de una vacuna elaborada con virus muertos y, en el verano de 1954, ya estaba listo para llevar a cabo una prueba en todo el país con una versión experimental de la vacuna. A pesar de las objeciones de los críticos, entre otros Enders y Sabin, Salk y la March of Dimes lanzaron lo que fue entonces el mayor ensayo sobre el terreno jamás realizado. Sus sujetos de estudio, los llamados "pioneros de la polio", fueron alrededor de dos millones de niños (entre ellos, los tres hijos de Salk) a quienes sus padres propusieron como voluntarios para participar en la prueba. El mentor de Salk, el eminente epidemiólogo de la Universidad de Michigan, Thomas Francis, Jr., supervisó la iniciativa, por lo cual él también se hizo merecedor de un lugar de honor en la historia de la polio. El 12 de abril de 1955 Francis anunció: "La vacuna funciona. Es inocua, eficaz y potente".

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