Resumen Ejecutivo

Este informe presenta los últimos datos disponibles de los países de la Región con el fin de: 1) analizar la situación de salud de los adolescentes y jóvenes de la Región; 2) resumir la situación actual de la aplicación de la Estrategia y el Plan de Acción regionales de la OPS; y 3) ofrecer una perspectiva sobre cómo las partes interesadas pueden actuar para mejorar la salud y el bienestar de los jóvenes en las Américas, teniendo en cuenta los recientes compromisos, estrategias y objetivos regionales y mundiales.

El informe se divide en cinco partes:

  • Parte I se proporciona un perfil de los adolescentes y jóvenes en la Región de las Américas, haciendo hincapié en las características demográficas y socioeconómicas.
  • Parte II se analiza el estado de salud de los adolescentes y jóvenes en la Región según las metas y los indicadores de salud del Plan de acción regional.
  • Parte III se examinan las medidas clave adoptadas a escala regional y de país en las siete áreas estratégicas propuestas por el plan de acción; se destacan el progreso realizado y los obstáculos encontrados.
  • Parte IV se describe el contexto mundial y regional en constante evolución de la salud y el desarrollo de la población joven y las consecuencias que tiene para la respuesta regional.
  • Parte V se presentan perfiles de salud de los adolescentes y jóvenes, con los últimos datos disponibles de los países de la Región sobre una serie de indicadores de salud de adolescentes y jóvenes.

Estado actual de la salud de los adolescentes y jóvenes:

Este informe analiza las oportunidades y los desafíos para la salud de los adolescentes y jóvenes en las Américas. En la actualidad, tenemos la cohorte más grande de jóvenes en la historia de la Región, un estimado de 237 millones. En 2015, las personas de 10-24 años de edad constituyeron el 24% de la población total en las Américas y el 26% en América Latina y el Caribe (ALC). La demografía actual crea una ventana de oportunidades para un rápido crecimiento económico, si se realizan las inversiones sociales y económicas apropiadas en salud, educación y economía.

La adolescencia es una etapa de la vida en general con buena salud, cuya mortalidad y morbilidad son bajas en relación con otros grupos etarios. No obstante, cada año mueren en la Región más de 80 000 adolescentes de edades comprendidas entre 10 y 19 años, muchos de ellos debido a causas evitables como homicidios, suicidios y muertes por accidentes de transporte terrestre. Además, las desigualdades en muchas partes de la Región plantean desafíos para los jóvenes. Estos incluyen la carga desmesurada de pobreza entre la población joven, el desempleo juvenil y el considerable número de población joven que no estudia ni trabaja.

En los últimos años, la Región ha logrado notables avances socioeconómicos. En el período 2004-2014, la pirámide de ingresos en América Latina y el Caribe experimentó una transformación histórica, en la que 72 millones de personas salieron de la pobreza y 94 millones entraron a formar parte de la clase media. Se han logrado avances significativos en la elaboración y realización de acciones regionales y nacionales, como el establecimiento de programas de salud para los adolescentes en la mayoría de los países, el fortalecimiento de la disponibilidad y uso de información estratégica, la ampliación de los servicios de salud a los adolescentes, el fortalecimiento de las capacidades de los interesados directos en una serie de temas de salud de los adolescentes y la introducción de intervenciones basadas en la familia y la escuela.

Si bien estos esfuerzos han traído algunos beneficios para la salud para los adolescentes y los jóvenes, estos logros son limitados, y no todos los grupos se beneficiaron por igual de este progreso. Entre 25 y 30 millones de personas en la Región corren el riesgo de caer de nuevo en la pobreza, muchos de los cuales son jóvenes. Cerca de 150 000 personas de 15 a 24 años mueren cada año en la Región, de los cuales aproximadamente el 80% son hombres, lo que indica el riesgo mucho mayor de los hombres jóvenes de morir en forma prematura. Muchos otros no gozan de buena salud debido a problemas de salud mental y lesiones no mortales entre otras causas. Los embarazos en adolescentes, los abortos no seguros, las infecciones por VIH y otras ITS siguen siendo una amenaza para la salud y el bienestar de nuestra población joven. La Región de ALC tiene la segunda tasa de fecundidad en adolescentes más alta del mundo, se calcula que entre 2010 y 2015 se produjeron 66,5 nacimientos por cada 1 000 adolescentes de 15 a 19 años, en comparación con 46 nacimientos por cada 1 000 adolescentes en el mismo grupo etario en el resto del mundo. El informe también destaca grupos de población joven que viven en situaciones específicas de vulnerabilidad, como los que tienen discapacidades, los LGBT y los de minorías étnicas.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Estrategia Mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente ponen de relieve a los jóvenes como un grupo crítico y reiteran el triple rendimiento generado por la inversión en los jóvenes: una población joven sana hoy, adultos sanos mañana y generaciones sanas en el futuro. El potencial para cosechar los beneficios del dividendo demográfico y lograr los ODS sin dejar a ninguna persona joven atrás exigirá tomar medidas integrales, intersectoriales y en favor de la equidad encaminadas a la potenciación de la población joven, mediante el abordaje de los determinantes sociales de su salud y el aumento al máximo de los beneficios positivos de la familia, la escuela, la comunidad, las redes sociales y otras plataformas sociales para crear un entorno en el cual todos los jóvenes puedan prosperar.

Enseñanzas extraídas y recomendaciones:

Las enseñanzas extraídas en este proyecto de investigación sugieren algunos cambios necesarios para acelerar el progreso hacia el mejoramiento de la salud y el bienestar de los jóvenes en la región. Estos incluyen:

  • Asegurar que los programas de salud de los adolescentes y los jóvenes reciban adecuada financiación, sean multisectoriales y abordan los determinantes sociales de la salud;
  • Fomentar un sistema de salud con capacidad de respuesta para los adolescentes y aplicar intervenciones basados en la escuela, la familia, y la comunidad para proteger y promover la salud de los niños y adolescentes desde una perspectiva del curso de vida;
  • Asegurar que los enfoques están basadas en datos, enfocados en los grupos en situaciones de vulnerabilidad desde una perspectiva de equidad, y se llevan a escala;
  • Implementar un riguroso seguimiento y evaluación para informar la planificación estratégica y adaptaciones oportunas para mejorar la eficiencia y efectividad de los programas y servicios;
  • Desarrollar nuevas modalidades para aumentar la capacidad que producirán resultados sostenibles; y
  • Empoderamiento y participación de los adolescentes y los jóvenes como agentes de cambio.

Mediante la aplicación de estas recomendaciones y el aprendizaje de experiencias pasadas, la Región puede mejorar la situación de salud de los jóvenes de hoy y de las generaciones venideras.