Parte III

Progresos y Retos para la Ejecución de la Estrategia Regional y el Plan de Acción sobre la Salud de los Adolescentes y Jóvenes (2010-2018)

III.1 Introducción

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) se creó en 1902 y la integran los Estados Miembros y la Secretaría. Según se declara en su Constitución, la OPS tiene como propósitos fundamentales la promoción y coordinación de los esfuerzos de los países del hemisferio occidental para combatir las enfermedades, prolongar la vida y estimular el mejoramiento físico y mental de sus habitantes (132). Uno de los instrumentos importantes para expresar y galvanizar este compromiso colectivo son las resoluciones que enuncian los compromisos, funciones y responsabilidades de los Estados Miembros y la Secretaría para alcanzar los objetivos y aspectos específicos del ámbito de la salud.

En el 2008, los Estados Miembros de la OPS aprobaron la Estrategia regional para mejorar la salud de adolescentes y jóvenes (resolución CD48.R5) (4). La visión de la Estrategia regional es que los adolescentes y los jóvenes en la Región de las Américas lleven una vida saludable y productiva. El fin último es mejorar la salud de los jóvenes, mediante la formulación y el fortalecimiento de una respuesta integrada del sector sanitario y la puesta en práctica de programas para la promoción, prevención y atención eficaces de la salud de los adolescentes y jóvenes. Un año después, en el 2009, los Estados Miembros de la OPS aprobaron el Plan de acción sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes (resolución CD49.R14), con la intención de concretar la Estrategia regional durante el período 2010-2018 (4). Tanto la Estrategia regional como el Plan de acción fueron innovadores de diversas maneras. En primer lugar, exigieron una acción intersectorial basada en siete áreas estratégicas con repercusión transversal sobre una serie de problemas de salud prioritarios que afectan a los adolescentes y jóvenes en la Región (recuadro III.1). Para cada área estratégica había objetivos, indicadores y propuestas de acción claras en los ámbitos interinstitucional, regional, subregional y nacional.

Además de las siete áreas estratégicas, en el Plan de acción se proponen ocho objetivos de salud con 19 metas (anexo II.A), para ayudar a cuantificar y vigilar la repercusión de la iniciativa en los ámbitos nacional y regional (4). En la segunda parte de este informe, se proporciona una visión panorámica del estado de salud de los adolescentes y jóvenes con base en estos objetivos y metas.

Los siguientes apartados del informe proporcionan un resumen de la puesta en práctica del Plan de acción desde el momento de su aprobación. Teniendo en cuenta el amplio alcance de la iniciativa —en relación con todas las áreas de cooperación técnica de la OPS y con múltiples ámbitos de aplicación: regional, subregional nacional— no se pretende ser exhaustivos en este resumen. Se trata, en cambio, de resaltar las medidas clave tomadas, algunas por la OPS y otras en colaboración con asociados como el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Banco Mundial.

Recuadro III.1: áreas estratégicas de acción sobre la salud de los adolescentes y jóvenes

  1. Información estratégica e innovación: fortalecer la capacidad de los países para crear, utilizar y compartir información sanitaria de calidad sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes, y sobre sus determinantes sociales, desglosando la información por edad, sexo, grupo étnico y nivel socioeconómico.
  2. Entornos favorables para la salud y el desarrollo que se deben conseguir con políticas basadas en datos científicos: impulsar y garantizar la existencia de entornos favorables para la salud y el desarrollo de los adolescentes y los jóvenes que se deben conseguir mediante la aplicación de políticas eficaces, integrales, sostenibles y basadas en datos científicos (incluidos marcos jurídicos y reglamentos).
  3. Sistemas y servicios de salud integrados e integrales: mejorar los sistemas y los servicios de salud integrales e integrados de calidad para atender las necesidades de los adolescentes y los jóvenes, haciendo hincapié en la atención primaria de salud.
  4. Aumento de la capacidad de los recursos humanos: apoyar la formulación y el fortalecimiento de los programas de capacitación de recursos humanos para la salud integral de los adolescentes y los jóvenes, especialmente los relacionados con las ciencias de la salud y afines, a fin de mejorar la calidad de las políticas y programas para la promoción, la prevención y la atención de la salud de los adolescentes y los jóvenes.
  5. Intervenciones basadas en la familia, la comunidad y la escuela: de acuerdo con el documento de exposición de conceptos de Salud Familiar y Comunitaria de la OPS (2009), se deben elaborar y respaldar los programas de promoción y prevención de la salud de los adolescentes y los jóvenes, con intervenciones comunitarias que fortalezcan a las familias, incluyan a las escuelas y promuevan la participación y la apropiación de las intervenciones por las comunidades.
  6. Alianzas estratégicas y colaboración con otros sectores: facilitar el diálogo y forjar alianzas entre los asociados estratégicos, a fin de impulsar el programa regional de acción sanitaria de los adolescentes y los jóvenes, y de garantizar que los asociados estratégicos participen en la formulación de las políticas y los programas correspondientes a este grupo etario.
  7. Comunicación social y participación de los medios de difusión: apoyar la inclusión de las intervenciones de comunicación social mediante el uso de medios tradicionales y tecnologías innovadoras para promover la salud de los adolescentes y los jóvenes en los programas nacionales de salud de los adolescentes y los jóvenes.

Fuente: (4).

III.2 Información estratégica e innovación

El objetivo de este área de acción es fortalecer la capacidad de los países para crear información sanitaria de calidad sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes, y sobre sus determinantes sociales, desglosando la información por edad, sexo, etnicidad y nivel socioeconómico, para ello es necesario:

  • Alcanzar el consenso respecto a una lista de indicadores básicos que faciliten la identificación de brechas e injusticias o faltas de equidad en la salud de los adolescentes y los jóvenes.

  • Aumentar la capacidad para: a) desarrollar los sistemas nacionales de información sanitaria de los adolescentes, b) hacer un seguimiento (monitoreo) y evaluación de la calidad, cobertura y costo de los programas nacionales de salud adolescente y juvenil y los servicios y c) alinear los esfuerzos con el trabajo pertinente de la OPS y a escala mundial en este campo.

  • Promover el análisis, síntesis y difusión de información integrada de diferentes fuentes sobre el estado de salud de los adolescentes y los jóvenes y los determinantes sociales.

  • Respaldar la investigación regional y nacional sobre la repercusión de las nuevas tecnologías y la innovación para mejorar la salud y el desarrollo de los jóvenes y para difundir las intervenciones y prácticas óptimas eficaces.

La lista de los indicadores incluidos en la Estrategia regional y el Plan de acción para el período 2010–2018 (4) se generó mediante un proceso regional consultivo. Se seleccionaron los indicadores teniendo en cuenta los siguientes criterios: 1) los indicadores representaban resultados clave de salud o conductas contribuyentes de los adolescentes y los jóvenes y 2) los datos nacionales ya estaban disponibles o podrían generarse. El plan requirió la notificación desglosada de estos indicadores por sexo, edad (grupos quinquenales) y, cuando fuera posible, por características socioeconómicas, grupo étnico y otros estratificadores pertinentes. Además de crear la lista de indicadores, se tomaron las siguientes medidas clave para apoyar la generación y mejorar la información sanitaria de calidad sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes:

  • Mantenimiento de la base de datos de mortalidad de la OPS y el portal de consulta libre en el cual consten las categorías: adolescente (10-19 años) y joven (15-24 años):. La Unidad de Información y Análisis de la Salud de la OPS coordina la recopilación, la limpieza, la normalización y la publicación de los datos de mortalidad notificados por los Estados Miembros de la OPS. La información se hace pública mediante el portal de mortalidad ubicado en la Web (39). Mediante este portal, las personas interesadas pueden obtener los datos de mortalidad adolescente y juvenil, desglosados por sexo, de su propio país y de otros países, así como las tasas regionales. La notificación de los datos de mortalidad por los países suele tener un retraso de dos a tres años. Además, algunos países tienen porcentajes importantes de casos de mortalidad mal definidos, lo que disminuye la calidad de los datos de mortalidad. Las unidades y departamentos de la OPS correspondientes prestan cooperación técnica continua a los Estados Miembros para mejorar la calidad y puntualidad en la notificación de la mortalidad.

  • Encuestas de salud de los adolescentes: Una porción significativa de los datos necesarios para el seguimiento del conjunto de indicadores mencionados se genera mediante las encuestas. En forma conjunta con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y la OMS, la Secretaría presta apoyo constante a los países para realizar dos encuestas estandarizadas mundiales sobre el estado de salud de los adolescentes: la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) (81) y la Encuesta Mundial sobre el Tabaco y los Jóvenes (EMTJ). La metodología de la EMSE permite la recopilación de bajo costo de datos sobre los factores de riesgo conductuales y factores protectores en diez áreas clave entre jóvenes de 13 a 17 años, mediante una encuesta autoadministrada en la escuela. Algunos de los temas que los países pueden incluir en la encuesta son el comportamiento sexual, la salud mental y el consumo de sustancias psicotrópicas, la higiene, los hábitos alimentarios y la actividad física, la violencia y las lesiones involuntarias y los factores protectores. En promedio, entre cinco y diez países de América Latina y el Caribe reciben apoyo cada año para realizar estas encuestas. Entre el 2008 y el 2014, 23 países de la Región completaron al menos una EMSE y hubo tres países que completaron dos de estas. Además de las encuestas mundiales, también se ha prestado apoyo a los países para realizar estudios nacionales de salud de los adolescentes y los jóvenes. Por ejemplo, seis territorios de ultramar en el Caribe (Aruba, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Montserrat, San Eustaquio y San Martín) recibieron ayuda durante 2010-2012 para realizar encuestas en la escuela sobre la salud y la sexualidad de los adolescentes (80).

  • Sistema Informático del Adolescente: el Sistema Informático del Adolescente (SIA) fue creado por el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) en respuesta a la necesidad de mejorar la calidad de la atención de los adolescentes en los servicios de salud, a partir de un abordaje integral (133). El SIA consta de un formulario básico de la historia clínica del adolescente y otro para el registro de la evolución. Estos formularios son el punto de encuentro de profesionales de diferentes disciplinas (atención médica, servicios sociales, enfermería, psicología, etc.). El SIA facilita una evaluación integral de la salud y la situación social del adolescente, más allá de la razón principal de la consulta con el médico personal. El formulario incluye una serie de aspectos en relación con los antecedentes personales, los antecedentes familiares y la exploración física. Además de su uso en las consultas individuales, el análisis de los datos recabados por el SIA genera información interesante de importancia para la salud pública. Entre los países en los que se ha adoptado el SIA con un alcance variable se hallan: Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Uruguay.

  • Sistema de Información Perinatal: el Sistema de Información Perinatal (SIP) es un patrón para las historias clínicas perinatales creado por la OPS/OMS en CLAP/SMR. Aunque no está orientado específicamente a adolescentes, el SIP puede generar datos sobre su salud perinatal, como por ejemplo el perfil de las adolescentes embarazadas, su comportamiento en la búsqueda de atención de salud y el desenlace del embarazo. Con esta información, se puede obtener orientación sobre las acciones estratégicas para abordar estos temas.

  • Portal de salud de los adolescentes: con objeto de mejorar el acceso de los países a la información sobre la salud de los adolescentes, la OPS creó un portal de salud de los adolescentes en el 2012. Este sirvió de herramienta interactiva, en la que la OPS y los países podían introducir o actualizar su información y también generar gráficos, figuras y perfil de países. Esta herramienta se utilizó mucho durante varios años, aunque había dificultades para el mantenimiento y la actualización regular de la información del país. En la actualidad, el portal de salud de los adolescentes está inactivo. No obstante, se están incorporando sus funciones en una nueva plataforma de información sanitaria integral, que está aún en construcción en la OPS.

  • Aumento de la capacidad: la cooperación técnica prevé el fortalecimiento de la capacidad del país para generar y utilizar información de calidad sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes. Esta labor ha incluido varios talleres de sensibilización y capacitación, así como apoyo directo a los países para el desarrollo de marcos de seguimiento y evaluación de sus planes y programas nacionales.

  • Investigación: en el 2009, la OPS encargó un estudio multinacional con la intención de obtener información sobre la salud sexual y reproductiva de los jóvenes indígenas. El estudio se llevó a cabo en Bolivia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Perú y dio lugar a recomendaciones dirigidas a los servicios de salud sexual y reproductiva para la atención de jóvenes indígenas en estos países (134). En general, aunque la participación directa de la OPS en la investigación ha sido escasa, la OPS sigue desempeñando un papel importante en la agenda regional de investigaciones gracias a las estrechas relaciones de trabajo con instituciones académicas, a saber: la Universidad Católica de Chile, la Universidad Johns Hopkins, la Universidad Estatal de Iowa y la Universidad de las Indias Occidentales.

  • Análisis de inequidades: una Promesa Renovada para las Américas (APR-LAC por sus siglas en inglés) se estableció en 2013 como un movimiento interinstitucional con el propósito de darle más visibilidad a las desigualdades de salud que afectan a las mujeres y niños en América Latina y el Caribe, y cuya Secretaría está basada en la OPS. A través de este trabajo, la OPS y sus socios regionales proporcionaron capacitación y apoyo técnico para el análisis de inequidad cuantitativa y cualitativa basado en la medición y monitoreo de las desigualdades de salud. En 2017, la iniciativa APR-LAC se convirtió en EWEC-LAC, el mecanismo regional de Coordinación Interagencial de la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente en América Latina y el Caribe, cuyo objetivo principal sigue siendo el análisis y abordaje de las inequidades en salud.

En términos generales, la capacidad de los Estados Miembros de la OPS para generar información estratégica se ha fortalecido mediante la creación de diversas herramientas y mecanismos y mediante la provisión del apoyo técnico de la OPS a los países. Sin embargo, la disponibilidad de datos dedignos obtenidos a tiempo sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes sigue siendo un reto, y es esencial continuar trabajando en este sentido. Para seguir avanzando, debe hacerse hincapié en fortalecer la capacidad del país para generar, de manera sistemática, datos de salud de los adolescentes y los jóvenes, a escala nacional y subnacional, que estén desglosados por edad (grupos quinquenales), sexo, etnicidad, escolaridad, quintil de riqueza, entorno (urbano o rural) y otras variables. El análisis de la falta de equidad es fundamental para descubrir a los grupos vulnerables y subatendidos, así como los factores que contribuyen a su situación de vulnerabilidad.

Una niƱa joven que muestra su libro de vacunación en su escuela.

III.3 Entornos favorables para la salud y el desarrollo de los adolescentes y jóvenes que se deben conseguir con políticas basadas en la evidencia

El objetivo de esta área de acción es impulsar y garantizar la obtención de entornos favorables y la aplicación de políticas eficaces, integrales, sostenibles y basadas en datos científicos sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes, para ello hay que:

  • Establecer políticas públicas que apoyen un mejor estado de salud para los jóvenes y garantizar asignaciones presupuestarias específicas para la salud de los adolescentes y los jóvenes.
  • Elaborar, ejecutar y cumplir las políticas y programas basados en datos científicos que sean compatibles con la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas y las declaraciones y convenciones sobre derechos humanos del sistema de las Naciones Unidas y del sistema interamericano.
  • Abogar por entornos favorables que fomenten la salud y el desarrollo de los jóvenes, mediante el abordaje de los determinantes sociales de la salud y la promoción de comunidades seguras, incluida la Iniciativa de Escuelas Saludables.
  • Apoyar la formulación y revisión de las políticas y la legislación vigente en temas prioritarios de salud de los jóvenes, en especial las que tienen impacto en el acceso a los servicios de salud.

Intervenciones fundamentales que es preciso aplicar en el marco de esta área de acción:

  • Ayudar a los Estados Miembros a elaborar y actualizar las políticas, las estrategias y los planes nacionales de salud de los adolescentes y los jóvenes: A finales del 2015, 30 de los 35 Estados Miembros de la OPS (86%) y 7 de los 13 Miembros Asociados y Territorios de Ultramar holandeses y británicos habían establecido objetivos de salud adolescente en las políticas, estrategias o planes nacionales de salud de los adolescentes, como parte de sus planes de salud o como estrategias o planes separados de salud de los adolescentes. En total, el 77% de los Estados Miembros, Miembros Asociados y Territorios de Ultramar habían establecido objetivos para mejorar la salud de los adolescentes (135). Por otro lado, varios países elaboraron estrategias y planes temáticos relacionados con problemas de salud específicos, tales como los planes nacionales de prevención de embarazos en las adolescentes. En una revisión de la OPS de los planes y las estrategias, se encontró que la mayoría de estos estaban centrados en los adolescentes del grupo de 15 a 19 años de edad, con escasa atención para los de 10 a 14 años ni para los jóvenes de 20 a 24 años. En el anexo III.A se proporciona una panorámica de las políticas, planes y estrategias nacionales destinadas a los adolescentes y jóvenes, que han sido notificados a la OPS en el 2017. Varias de estas estrategias y planes han vencido o están a punto de vencer, lo que crea una oportunidad para la actualización de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente. En el anexo III.B se resume la información relativa a las asignaciones presupuestarias para las actividades de salud de los adolescentes, notificada a la OMS por 26 países de América Latina y el Caribe durante el período 2010-2016. En conjunto, estos dos anexos nos indican que algunos países carecen de estrategias o planes de salud de los adolescentes o no tienen un presupuesto destinado a su ejecución. En el anexo III.C se informa sobre temas en los que los adolescentes son un grupo específico de las políticas, las estrategias y los planes nacionales de estos 26 países. El anexo III.B y el anexo III.C se han extraído de un panel en línea creado por la OMS que proporciona acceso a todos los informes de países sobre las encuestas mundiales de indicadores de políticas de salud de la madre, el recién nacido y el adolescente (136).

  • Impulsar y fomentar un entorno jurídico y normativo propicio para la salud de la población joven que sea compatible con la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas y las observaciones finales sobre salud de los adolescentes emitidas por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas: en tanto que organismo de salud del sistema interamericano, la OPS está en una posición única para proporcionar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los organismos del tratado de las Naciones Unidas opiniones técnicas e información pertinente sobre la promoción y protección del derecho de la población joven a gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr. Algunas de las labores realizadas por la OPS en esta área se refieren al fortalecimiento de los poderes judicial y legislativo aplicando los instrumentos de derechos humanos, las directrices técnicas y la información estratégica sobre la capacidad legal de los adolescentes y su salud, incluida la salud sexual y reproductiva y derechos afines. Esto se ha llevado a cabo mediante la organización de talleres regionales, subregionales y nacionales, la generación de información estratégica (137) y el diálogo constante. Una estrategia importante ha sido fomentar el diálogo sobre estos temas entre los proveedores de atención sanitaria, los responsables de las políticas, los encargados de adoptar las decisiones, los jueces, los legisladores, los representantes nacionales de las comisiones de derechos humanos, los mediadores y la sociedad civil. Dichas experiencias han indicado que muchas de estas personas y entidades siguen teniendo muy poca información acerca de las obligaciones en materia de derechos humanos y los mecanismos para proteger la salud y el bienestar de los jóvenes. Este es el caso de la población joven en general y, específicamente, el de aquellos con diversas identidades y expresiones de género u orientación sexual, en lo que se refiere al acceso a los servicios, productos y establecimientos de salud y la información esencial para tomar decisiones. La información aportada por 26 países de América Latina y el Caribe a la OMS mediante las encuestas mundiales de indicadores de políticas de salud de la madre, el recién nacido y el adolescente (anexo III.D) indica que aún existen barreras legales para los adolescentes que recurren a los servicios de salud (136).

  • Brindar apoyo a la formulación y la revisión de la legislación nacional: conscientes de la pericia de la OPS, los países han solicitado ayuda para la formulación y revisión de la legislación. La OPS siempre ha proporcionado dicha asistencia de una manera continua, utilizando instrumentos de derechos humanos como las convenciones, los protocolos, las declaraciones y las normas como base para la revisión.

Según la información existente, la mayoría de los países de la Región ha elaborado documentos de gobernanza relacionados con la salud de los adolescentes, en forma de legislación, políticas, estrategias y planes. Sin embargo, las políticas, los planes y las estrategias tienden a centrarse en el grupo de 15 a 19 años de edad, concediendo una atención mínima a los adolescentes de 10 a 14 años y jóvenes de 20 a 24 años, aunque este último grupo etario está también incluido en el intervalo de edades de la Estrategia regional. La falta de asignaciones presupuestarias en algunos países es motivo de inquietud en cuanto a la posibilidad de aplicar las estrategias y los planes. Además, aún persisten barreras legales importantes para los adolescentes que quieren acceder a servicios de salud integrales.

III.4 Sistemas y servicios de salud integrados e integrales

El objetivo de esta área de acción es reforzar la capacidad de los sistemas de atención de salud para responder a las necesidades de los adolescentes y los jóvenes. Para esto, debe hacerse énfasis en fortalecer los servicios de promoción, prevención y atención primaria de salud y en brindar apoyo a la extensión eficaz de la protección social, para ello hay que:

  • Ejecutar intervenciones eficaces por medio del modelo de Integración del Manejo del Adolescente y sus Necesidades (IMAN).
  • Integrar los servicios con las referencias y contrarreferencias entre los niveles de atención primaria, secundaria y terciaria.
  • Mejorar el acceso a los servicios de salud de calidad mediante el desarrollo de estándares de calidad de atención y asegurando la disponibilidad de insumos básicos de salud pública.
  • Desarrollar modelos de atención, incluida la prestación de servicios alternativos e innovadores (por ejemplo, consultorios móviles y servicios de salud vinculados a escuelas y farmacias).
  • Realizar estudios sobre la disponibilidad, utilización y costo de los servicios.

Recuadro III.2: El carné de salud para adolescentes en Uruguay:

El carné de salud adolescente se creó en el 2009 por decreto ministerial, con el apoyo técnico de la OPS, y se ha actualizado en el 2017 gracias a la labor colaborativa con los adolescentes, de acuerdo con la Oficina de País de la OPS/Uruguay. La finalidad principal del carné es movilizar, facilitar la autonomía y participación de los adolescentes en su salud. Contiene una pequeña historia clínica (por ejemplo, vacunaciones, crecimiento y peso), proporciona consejos de salud, y facilita la conexión de los adolescentes a otros recursos, como los sitios web, para obtener información y otros servicios. Los adolescentes presentan el carné cuando acceden a los servicios de salud y también deben presentarlo en la escuela cada año académico.

Fuente: (4).

Se han ejecutado diversas actividades clave bajo este área de acción. A continuación se exponen tres ejemplos:

  • Ampliación y adaptación al país del modelo de IMAN: el modelo de IMAN fue introducido por la OPS antes de la Estrategia regional actual sobre la salud de los adolescentes, como modelo de integración de la atención de salud de los adolescentes. Con base en esta iniciativa, la OPS y el UNFPA elaboraron un módulo sobre salud sexual y reproductiva del adolescente (138) y, en el 2012, la OPS coordinó la elaboración de un módulo sobre los adolescentes y las enfermedades no transmisibles (139). Se realizaron diversos talleres de aumento de la capacidad, incluido el IMAN, a escala regional, subregional y de país. La iniciativa IMAN ha sido aplicada ampliamente en la Región, lo que ha resultado en la incorporación de esta en las directrices y manuales nacionales de varios países (140).
  • Definición de un paquete y de las normas nacionales para mejorar los servicios de salud de los adolescentes: a partir de la orientación normativa de la OMS y del modelo de IMAN, se brindó cooperación técnica a los países para definir un paquete integral de los servicios de atención de salud de los adolescentes y para elaborar normas para esos servicios. El fin último era mejorar el acceso de los adolescentes a servicios de salud de calidad que respondieran a sus necesidades específicas (anexo III.E). La publicación por parte de la OMS de las Normas mundiales para mejorar la calidad de los servicios de atención de salud de los adolescentes en el 2015 proporcionó un nuevo impulso a los países para elaborar o actualizar las normas para los servicios de atención de salud de los adolescentes (141).
  • Incorporación de los adolescentes y los jóvenes a la agenda regional de salud universal: en septiembre del 2014, los Estados Miembros de la OPS aprobaron la Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud (resolución CD53.R14) (5). En esta declaración, los Estados Miembros resolvieron avanzar en proveer acceso universal a los servicios de salud integrales, de calidad y de ampliación progresiva, que sean coherentes con las necesidades de salud, las capacidades del sistema y el contexto nacional. También resolvieron que se identifiquen las necesidades insatisfechas y diferenciadas de la población, al igual que las necesidades específicas de los grupos en situación de vulnerabilidad. Los pilares clave de la agenda regional de salud universal incluyen fortalecer la gobernanza y la capacidad de recursos humanos, mejorar la eficiencia y el financiamiento público de la salud y facilitar el empoderamiento de las personas y las comunidades. Esto se conseguirá mediante la capacitación y participación activa y el acceso a la información de los miembros de la comunidad, para que conozcan sus derechos y responsabilidades y puedan asumir un papel activo en la formulación de políticas, en las acciones para identificar y abordar inequidades en salud y los determinantes sociales de la salud y en la promoción y protección de la salud. Mediante la participación de los adolescentes e inclusión de sus necesidades de salud en el diálogo regional y nacional, se pueden promover acciones estructurales para que los adolescentes y los jóvenes tengan mayor acceso sostenible a servicios de salud de calidad.

III.5 Desarrollo de la capacidad de recursos humanos

El objetivo de este área de acción es apoyar el desarrollo y fortalecimiento de los programas integrales de formación de recursos humanos para la salud de los adolescentes y los jóvenes. La prioridad son las áreas de las ciencias de la salud y afines, sin olvidar los profesores de escolares, los promotores de salud comunitaria y otros que puedan participar en equipos multidisciplinarios para dar una respuesta a las necesidades de salud y desarrollo de los jóvenes. Para ello hay que:

  • Desarrollar y ejecutar programas de formación en salud y en desarrollo de los adolescentes y los jóvenes a nivel pregrado y posgrado con el uso de nuevas tecnologías como las plataformas de ciberaprendizaje.
  • Incluir el tema de la salud de los adolescentes y los jóvenes en el plan de estudios de los profesionales de salud y de educación en los niveles de pregrado y de posgrado.
  • Promover el desarrollo de la capacidad de los proveedores de atención primaria de salud por medio de cursos evaluados de salud integral de los adolescentes y los jóvenes apoyados por la OPS y actualmente disponibles en plataformas de ciberaprendizaje.
  • Incorporar la evidencia actual relacionada con los jóvenes, así como la capacitación en seguimiento y evaluación de programas, en los cursos y otras plataformas virtuales de ciberaprendizaje disponibles.

Esta área de acción quizá sea una de las áreas de la Estrategia regional sobre salud de los adolescentes y los jóvenes en la que más se ha invertido en los últimos años. La Secretaría ha organizado más de 40 talleres regionales, subregionales y nacionales de capacitación sobre temas relacionados con la salud de los adolescentes. Estos se han dirigido a una multitud de interesados, incluidos los directores de programas de salud de los adolescentes, los proveedores de atención sanitaria, los jóvenes, los legisladores, los defensores de los derechos humanos y otros interesados directos. A continuación, se describen cuatro áreas fundamentales de las actividades de aumento de la capacidad.

Programa de becas para la capacitación de posgrado sobre salud de los adolescentes

En el 2003, la OPS empezó un programa de estudios colaborativo con la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile que otorgaba el Diplomado en "Desarrollo y Salud Integral de Adolescentes". Se trata de un curso modular ofrecido como capacitación de posgrado mediante una plataforma virtual, con una duración de nueve meses. Está abierto a una amplia gama de profesionales de la salud, como los médicos, enfermeras, especialistas en salud mental, trabajadores sociales y otros involucrados en los programas y servicios de salud de los adolescentes. Para facilitar la mayor participación posible de los interesados en este curso, la OPS estableció un programa de becas, que ofrecen la matrícula a un precio reducido. Durante el período 2015-2016, la OPS realizó una evaluación del programa de becas, conjuntamente con la Pontificia Universidad Católica de Chile. Según esta evaluación, la OPS acordó 687 becas a los países durante el año académico 2006-2015, incluidas 442 desde la adopción del Plan regional de acción. Los candidatos eran seleccionados de manera conjunta por las autoridades nacionales y las representaciones de la OPS en los países. El número más alto de becarios correspondía a los siguientes países: República Dominicana (109), Honduras (104), Panamá (87) y Nicaragua (71) (Figure III.1).

Figura III.1: Número de becarios, por país, para el curso de capacitación de posgrado sobre la salud de los adolescentes de la OPS y la Pontificia Universidad Católica de Chile, 2006-2015
Número de becarios, por país, para el curso de capacitación de posgrado sobre la salud de los adolescentes de la OPS y la Pontificia Universidad Católica de Chile, 2006-2015
Figura: Análisis de la OPS, inédito.

Más de tres cuartos de los becarios eran mujeres. Los participantes en el curso eran médicos generalistas y especialistas, psicólogos, enfermeras y otros proveedores de atención de salud. En el momento de su participación, todos los becarios participaban en programas o servicios de salud de los adolescentes, en el ámbito de la gestión o en la prestación directa de servicios.

Se invitó a todos los becarios a participar en una encuesta en línea en la que se les preguntaba si el curso les había ayudado a aumentar su grado de dominio en cuestiones de salud y desarrollo de los adolescentes, en ámbitos generales y en competencias específicas según lo definido por la OMS (142). En una escala de 1 (valor mínimo) a 10 (valor máximo), los 282 encuestados calificaron el fortalecimiento de las diversas competencias entre 6,7 y 8,2. Dieron la puntuación más alta a la competencia 3.5: "Prestar atención en materia de salud sexual y reproductiva" (cuadro III.1).

Cuadro III.1: Fortalecimiento [en una escala de 1 (mínimo) a 10 (máximo)] de las competencias en salud y desarrollo de los adolescentes, según estimaciones de los becarios que participaron en el curso de posgrado diplomado en salud de los adolescentes de la OPS y la Pontificia Universidad Católica de Chile
Número del
ámbito o
competencia
Descripción del ámbito o competenciaCalificación del
fortalecimiento
ámbito 1Conceptos básicos en materia de salud y desarrollo de los adolescentes, y comunicación eficaz
1.1Demostrar conocimiento del desarrollo normal del adolescente, su repercusión en la salud y sus implicaciones para la atención sanitaria y la promoción de la salud7,4
1.2Interactuar en forma eficaz con el usuario adolescente7,5
ámbito 2Leyes, políticas y normas de calidad
2.1Aplicar en la práctica clínica las leyes y políticas que afectan a la prestación de atención sanitaria al adolescente7,4
2.2Prestar servicios a los adolescentes de conformidad con las normas de calidad7,4
ámbito 3Atención clínica de los adolescentes con afecciones específicas
3.1Evaluar el crecimiento normal y el desarrollo puberal y tratar las alteraciones de crecimiento y de la pubertad7,2
3.2Proporcionar inmunización7,1
3.3Tratar las afecciones comunes en la adolescencia7,8
3.4Evaluar la salud mental y tratar los problemas de salud mental7,1
3.5Prestar atención en materia de salud sexual y reproductiva8,2
3.6Prestar servicios de prevención, detección, tratamiento y atención del VIH8,0
3.7Fomentar la actividad física7,7
3.8Evaluar el estado nutricional y tratar los trastornos relacionados con la nutrición7,4
3.9Tratar las afecciones crónicas, incluida la discapacidad6,7
3.10Evaluar y tratar el consumo de sustancias psicotrópicas y los trastornos provocados por su consumo7,2
3.11Detectar la violencia y prestar apoyo de primera línea a la víctima7,7
3.12Prevenir y tratar las lesiones involuntarias6,7
3.13Detectar y tratar las enfermedades endémicas7,1
Figura: Datos de la encuesta en línea realizada a 282 becarios.

La evaluación indica que el programa de becas mejoraba de manera sustancial las competencias básicas en salud de los adolescentes para los proveedores de atención sanitaria en la Región de las Américas.

Inclusión de contenido sobre la adolescencia en los planes de estudios de los programas de capacitación en salud y profesiones afines

La OPS colaboró con diversas universidades en la Región, como la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ) y universidades de Argentina, Guatemala, México y Venezuela, en la elaboración del contenido y los cursos de salud de los adolescentes. Más tarde, en el 2015, la OPS estableció una asociación con la Universidad de las Indias Occidentales (UWI, por sus siglas en inglés) para la elaboración de los programas de capacitación en salud de los adolescentes en la Facultad de Ciencias Médicas y la Universidad de Enseñanza a Distancia (Open Campus).

Campus Virtual de la OPS

El Campus Virtual de Salud Pública es una herramienta de cooperación técnica de la OPS que proporciona una serie de cursos de autoaprendizaje y cursos con tutoría que están abiertos a todo el público (143). Varios de los cursos ofrecidos en el Campus Virtual tienen relación con la salud de los adolescentes y los jóvenes, como los cursos de salud y derechos humanos, los de salud bucodental, los de género y salud y los de prevención del consumo de tabaco y alcohol. Debido a la naturaleza virtual de la plataforma, se pueden proporcionar oportunidades de aprendizaje a bajo costo para todos los interesados directos que tengan acceso a internet.

Talleres de capacitación

Un componente integral de la estrategia de cooperación técnica de la OPS es la organización regular de los talleres presenciales y la organización de actos de capacitación para los interesados directos regionales y nacionales en temas específicos relacionados con la salud de los adolescentes y los jóvenes. Además, la capacitación en salud adolescente se ha impartido a otros grupos de interesados directos, como algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) y los propios jóvenes, a fin de facilitar y fomentar su participación en el diálogo, programas y servicios relacionados con su salud.

Hay un alto grado de recambio de los proveedores de atención sanitaria y los directores de programa en la mayoría de los países, así como una falta de capacitación regular específica en adolescencia disponible para los proveedores de atención sanitaria a escala de país (anexo III.E). En vista de lo dicho, es esencial la inversión continua en capacitación, antes y durante el servicio, para los proveedores de atención sanitaria y profesiones afines, los responsables de las políticas y otros funcionarios del gobierno, con objeto de asegurar una masa crítica de conocimiento y aptitudes para abordar adecuadamente los problemas de salud de los adolescentes y los jóvenes.

III.6 Intervenciones basadas en la familia, la comunidad y la escuela

El objetivo de esta área de acción es desarrollar y apoyar los programas de promoción y prevención de la salud de los adolescentes y los jóvenes mediante intervenciones basadas en la comunidad que fortalecen la familia, así como la escuela, y fomentan una amplia participación, para ello hay que:

  • Elaborar y difundir herramientas basadas en datos científicos que ayudan a los actores estratégicos a llevar a cabo intervenciones para fortalecer la familia.
  • Promover el esfuerzo de la comunidad para movilizarse y modificar las políticas institucionales y fomentar los entornos propicios para la salud y el desarrollo de los jóvenes.
  • Crear herramientas para aumentar la participación y el poder de decisión de los adolescentes y los jóvenes en las comunidades donde viven.
  • Fortalecer la coordinación entre los sectores de la salud y la educación en el desarrollo, seguimiento y evaluación de programas integrales para los adolescentes y los jóvenes.

Hay datos irrefutables de que la salud y el desarrollo de los jóvenes están profundamente afectados por las relaciones que tienen con los padres, los compañeros, las relaciones en la escuela y en la comunidad (6, 144, 145). En algunos estudios, se ha observado una importante relación entre el bajo grado de cohesión o vínculo afectivo con la familia, los compañeros, la escuela y la comunidad y el mayor riesgo de resultados negativos en materia de salud y comportamientos, como la ansiedad, la depresión, los pensamientos e intentos de suicidio, las relaciones sexuales sin protección, el embarazo inesperado y el consumo de sustancias adictivas (144, 145). Por el contrario, las relaciones positivas y un elevado grado de cohesión promueven el bienestar emocional y físico y protegen al adolescente frente a comportamientos que ponen en riesgo su salud a corto, medio y largo plazo (6, 144, 145).

En los últimos años, la OPS ha introducido varios enfoques modelo e intervenciones destinadas a estimular la participación de la familia, la escuela y la comunidad en el fomento y la protección de la salud y el bienestar de los jóvenes. Estas actividades son entre otras:

  • Familias Fuertes: Amor y Límites: (en el 2000, la OPS inició una colaboración con el programa de Extensión y Divulgación de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Iowa (ISU HSEO) para implementar el Programa de Fortalecimiento de la Familia 10-14 (Strengthening Families Program: for Parents and Youth 10-14) (146) en América Latina. El programa es un plan de capacitación en aptitudes para la vida familiar basado en datos científicos dirigido a los adolescentes y sus padres. Está diseñado con el fin de disminuir los comportamientos de riesgo, la delincuencia y el consumo excesivo de alcohol y otras drogas entre los adolescentes, fomentar las relaciones positivas entre padres e hijos adolescentes y mejorar las competencias sociales y el rendimiento escolar. Favorece las habilidades de crianza de los hijos y estimula la comunicación en el seno de la familia, con el fin de reducir los factores de riesgo en el comportamiento de los adolescentes. El programa consta de siete sesiones semanales de dos horas en el que participan de 6 a 12 familias, dirigidas por facilitadores capacitados. En virtud del convenio con la ISU HSEO, la OPS tradujo el material al español e invirtió también en un proceso de revisión con países latinoamericanos, lo que dio lugar a una versión adaptada para América Latina titulada: Familias Fuertes: Amor y Límites (Strengthening Families–Love and Limits). Hasta la fecha, este programa se ha presentado en todos los países latinoamericanos e implementado en diferentes ámbitos. En varios países, como Colombia y Perú (recuadro III.3), el programa ha sido adoptado formalmente por las autoridades nacionales como una estrategia nacional básica para el fomento de la salud del niño y del adolescente. En el 2016, la OPS le encargó a la Universidad Johns Hopkins la realización de una evaluación externa de la implementación y la repercusión del programa "Familias Fuertes", con el fin de informar la implementación continua de este enfoque en la Región.

    Recuadro III.3: Familias Fuertes en Perú

    En Perú, la implementación del programa Familias Fuertes comenzó en el 2005 con la capacitación de la primera cohorte de facilitadores. Esto estuvo seguido de la primera aplicación del programa en el 2007 en nueve municipios de la Zona Metropolitana de Lima, coordinada por la OPS. En el 2008, el programa fue transferido a la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Vida sin Drogas (DEVIDA), mediante un acuerdo colaborativo. Desde entonces, DEVIDA ha estado coordinando la implementación de Familias Fuertes y el programa se incorporó a la programación y presupuesto regular de DEVIDA. En la actualidad, Familias Fuertes se está implementando en 23 regiones de Perú, a través de las direcciones regionales de educación. El programa ha seguido ampliándose. DEVIDA ha capacitado a 8 338 facilitadores en toda la nación y se ha llegado a más de 120 000 familias con esta intervención. DEVIDA también ha prestado apoyo a otros países, como Boliv

    Fuente: Comisión Nacional para el Desarrollo y la Vida sin Drogas (DEVIDA).

  • Escuelas Promotoras de Salud: La Iniciativa Regional Escuelas Promotoras de Salud se comenzó a principios de los años noventa. Con el respaldo de la OPS, la OEA y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), el objetivo de la Iniciativa es proporcionar un entorno escolar saludable para vivir, aprender y trabajar. La finalidad del programa es formar a las generaciones futuras con los conocimientos, las capacidades y las aptitudes necesarias para fomentar y cuidar su salud, la salud de su familia y la de su comunidad. Como resultado de la Iniciativa, la mayoría de los países de la Región han organizado actividades escolares saludables, algunas centradas en el nivel preescolar y otras en los niveles primario y secundario. Las acciones escolares de promoción de la salud se siguen aplicando y respaldando en varios países de la Región.

  • Integración de la seguridad humana en los planes de salud de los adolescentes y los jóvenes: el enfoque de la seguridad humana aborda los determinantes sociales de la salud a escala local, procura la adopción de la gobernanza, es decir, compartir el poder en materia de salud y promueve la autosuficiencia y la autodeterminación de las personas y las comunidades (147). En concreto, el enfoque de la seguridad humana aborda las interrelaciones entre diferentes elementos para vivir sin temor, sin privaciones y con dignidad; se centra en las maneras en que las personas experimentan vulnerabilidad en su vida cotidiana y reconoce que las diferentes amenazas se exacerban mutuamente, por lo que deben abordarse de manera holística; está centrado en las personas y depende del contexto; involucra a todos los sectores y agentes pertinentes en los procesos de planificación, toma de decisiones y ejecución; potencia al máximo la prevención y promoción e impulsa las sinergias entre los esfuerzos por proteger y empoderar a las personas y las comunidades. La integración del enfoque de la seguridad humana en los planes de salud de los adolescentes y los jóvenes añade valor al programa regional de salud de los adolescentes y los jóvenes de la OPS, ya que aumenta la resiliencia individual y de la comunidad. En particular, puede orientar a los interesados directos para estar mejor preparados frente a las amenazas para la salud, de modo que puedan recuperarse más rápido y resurgir más fuertes de estas amenazas en cada etapa de su desarrollo, con un espíritu de confianza en sí mismos y autodeterminación.

  • Otras intervenciones: en los últimos años, se han lanzado diversas intervenciones modelo encaminadas a mejorar la salud y bienestar de los adolescentes, pero su ejecución ha sido escasa, a menudo limitada por un financiamiento específico sujeto a un plazo determinado. Algunas de estas son:

    • Aventuras inesperadas: se trata de un programa multimedia dirigido por compañeros, cuyo objetivo es capacitar a los educadores juveniles que trabajan con adolescentes en la promoción de un desarrollo sano de sus coetáneos. Se ha implementado en algunos países. Los principios más importantes de este programa son que la adolescencia es una etapa fascinante, que cada cambio en el cuerpo o el alma trae nuevas experiencias y responsabilidades y que, estando juntos, estas cosas hacen que la adolescencia sea una gran aventura.

    • Escuelas de fútbol: Jugados por la salud: se trata de un programa de promoción de la salud dirigido a varones del grupo de 8 a 12 años de edad. El programa se sirve del fútbol para promover la igualdad de género y la no violencia, se ha implementado en 20 países y ha estado respaldado por el financiamiento de la Fundación Johan Cruyff.

    • TEACH-VIP Youth: Esta iniciativa trata de impulsar alianzas entre los adultos y los jóvenes para la prevención de la violencia juvenil. La intervención consta de un módulo de capacitación para que los adultos y jóvenes planifiquen, apliquen y evalúen programas en sus comunidades destinados a prevenir la violencia juvenil.

    • Arte, salud y desarrollo: en reconocimiento a la importante función que el arte puede desempeñar como promotor de la salud y el desarrollo positivo, la OPS trabajó junto a una red de artistas latinoamericanos para organizar un foro internacional titulado "Arte, Puente para la Salud y el Desarrollo". Los participantes llegaron a un acuerdo reflejado en la Declaración de Lima sobre arte, salud y desarrollo. En consecuencia, se aplicaron iniciativas de arte y salud en diversos países, con un alcance variable.

Participación y empoderamiento de la juventud

La participación y empoderamiento de la juventud ha sido y sigue siendo una labor transversal en la cooperación técnica de la OPS, con atención especial al empoderamiento de las chicas adolescentes. Esta labor ha consistido, entre otras cosas, en invitar a la población joven a participar y hacer aportaciones en las reuniones y actividades estratégicas dirigidas a la población joven, así como en procurar su contribución a temas específicos mediante encuestas, charlas en las redes sociales y otros medios. En el 2010, la OPS publicó un documento estratégico titulado el "Empoderamiento de mujeres adolescentes: Un proceso clave para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio". En esta publicación se abogaba persuasivamente por la causa de las adolescentes y se formulaban recomendaciones prácticas para empoderarlas, como un elemento fundamental de desarrollo humano sostenible (148). Además, la OPS invirtió en trabajar con las redes de jóvenes indígenas y de ascendencia africana y en empoderarlas, haciendo que estas jóvenes participen en el diálogo en torno a sus problemas y prioridades de salud. El trabajo con estas redes ha ilustrado la importancia fundamental de la participación significativa de los jóvenes en el diseño y la aplicación de las intervenciones de salud.

Familias y entrenadores bailando durante el programa de Familias Fuertes en Perú.

III.7 Alianzas estratégicas y colaboración con otros sectores

El objetivo de esta área de acción es facilitar el diálogo y la creación de alianzas entre asociados estratégicos para avanzar en la agenda de salud de los adolescentes y los jóvenes y asegurar que actores clave participen en el desarrollo de políticas y programas destinados a este grupo de edad. Para ello hay que:

  • Desarrollar acciones integradas y coordinadas entre el sector de la salud y asociados estratégicos regionales, nacionales y locales, en los ámbitos docente, judicial, laboral, de la seguridad pública, la vivienda y el medio ambiente.
  • Aumentar y fortalecer los programas interinstitucionales para los adolescente y los jóvenes respaldados por las Naciones Unidas y los organismos del sistema interamericano.
  • Establecer mecanismos para la cooperación Sur-Sur y para el intercambio de prácticas óptimas y enseñanzas adquiridas en la Región.

Medidas clave tomadas por la OPS bajo este área de acción:

  • Colaboración multisectorial de los interesados directos: La OPS hace participar cada vez más a un grupo multisectorial de interesados directos en las actividades regionales y subregionales relacionadas con la salud de los adolescentes y los jóvenes. La finalidad es proporcionar una plataforma para el intercambio y la articulación intersectorial. Este ha sido especialmente el caso en el sector de la educación y de los interesados directos que tienen la responsabilidad de integrar la perspectiva de género, los derechos humanos y la protección social.

  • Asociaciones Regionales: en la actualidad, existen alianzas estratégicas entre la OPS, el UNICEF, el UNFPA, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), la UNESCO, el Banco Mundial, la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) y otros interesados directos y asociados pertinentes para facilitar el diálogo, la acción conjunta y la armonización de los programas y las actividades. La OPS también colabora estrechamente con los Consejos de Ministros de Salud de América Central (COMISCA), el Organismo Andino de Salud – Convenio Hipólito Unanue (ORAS - CONHU) y la Comunidad del Caribe (CARICOM) en la ejecución de los planes subregionales respectivos dirigidos a la prevención del embarazo en adolescentes y a otras áreas de salud adolescente.

III.8 Comunicación social y participación de los medios de comunicación

El objetivo de esta área de acción es apoyar la incorporación de intervenciones de comunicación social y tecnologías innovadoras en los programas nacionales de salud de los adolescentes y los jóvenes, para ello hay que:

  • Promover imágenes, valores y comportamientos positivos con respecto a la salud de los adolescentes y los jóvenes.
  • Fortalecer la capacidad de los Estados Miembros en el uso eficaz de las técnicas de comunicación social y las nuevas tecnologías para aumentar el acceso a las intervenciones y los servicios de salud.
  • Brindar apoyo a la generación de datos científicos en este tema, sobretodo en cuanto al uso de nuevas tecnologías y su repercusión en la salud.

Actividades clave bajo esta área de acción:

  • Inclusión y presentación de imágenes positivas de los adolescentes y los jóvenes en las publicaciones de la OPS: la OPS ha sido uniforme y selectiva en la inclusión de imágenes positivas y respetuosas de los adolescentes y los jóvenes en todas las publicaciones.

  • Fomentar y aumentar la capacidad para usar los soportes digitales en la salud de los adolescentes: la OPS estableció una asociación colaborativa con una ONG con sede en California, YTH (youth+tech+health), en español: juventud+tecnología+salud, cuya meta principal es mejorar la salud y el bienestar de la juventud mediante la tecnología. Cada año, YTH organiza una conferencia internacional sobre tecnología pionera que hace avanzar la salud y el bienestar de los jóvenes. Este acontecimiento reúne a los innovadores en la promoción de la juventud, la salud y la tecnología para exhibir lo que funciona, compartir ideas y conocimientos y lanzar nuevas colaboraciones. La OPS y YTH han colaborado en la organización de dos talleres regionales sobre el uso de la tecnología digital en la salud de los adolescentes, y también en la elaboración de las estrategias digitales de salud en varios países, como Guatemala y Suriname.

  • Conmemoración de días especiales, como el Día Internacional de la Juventud y el Día Internacional de la Niña: la celebración de los actos de divulgación proyectados durante estas ocasiones brinda una oportunidad a la promoción de este tema y al intercambio de información sobre temas relacionados con la salud de los adolescentes y los jóvenes.

Conclusiones

La información suministrada en esta parte del informe destaca el considerable progreso realizado en la respuesta regional y nacional a la salud de los adolescentes y los jóvenes. La formulación de políticas, estrategias y planes nacionales facilitó la articulación y la institucionalización de los programas nacionales de salud de los adolescentes y los jóvenes en la mayoría de los países. Sin embargo, la falta de asignación de recursos humanos y financieros limitó la aplicación de estas estrategias y planes. El resultado del examen de las estrategias y los planes nacionales también indica la escasa articulación de los enfoques para identificar y llegar a los subgrupos de jóvenes de difícil acceso y vulnerables.

Se introdujeron varias intervenciones prometedoras en los países, no obstante, con algunas excepciones, estas no fueron llevadas a la escala necesaria para lograr resultados importantes. La falta sistemática de seguimiento y evaluación de las iniciativas también puso en peligro la capacidad, a escala regional y de país, para determinar qué funciona en el contexto de la Región. Las principales inversiones se realizaron para aumentar la capacidad de diferentes colectivos de interesados directos en una serie de temas de salud de los adolescentes; sin embargo, la falta de seguimiento y evaluación y la elevada rotación de los directores de programa y los proveedores de servicios dificultaron también la valoración de los resultados de estas inversiones en el largo plazo.

Cuando se analizan los datos presentados en la segunda parte, la conclusión general es que los esfuerzos realizados a escala regional y de país produjeron pocos resultados en cuanto al mejoramiento de las condiciones de salud de los adolescentes y los jóvenes. Esto, a su vez, lleva a deducir que hay que hacer cambios en las respuestas regionales y nacionales para acelerar el progreso hacia el mejoramiento de la salud y el bienestar de los jóvenes en la Región.

Las enseñanzas extraídas en los años pasados hacen referencia ya a algunos de los cambios necesarios, como lograr que los programas de salud de los adolescentes y los jóvenes sean multisectoriales y aborden los determinantes sociales de salud; conseguir que los enfoques estén basados en evidencia, se destinen a los grupos en situación de vulnerabilidad desde una perspectiva de equidad y se lleven a escala, aplicar un seguimiento y evaluación rigurosa para informar la planificación estratégica y las adaptaciones oportunas con el fin de mejorar la eficiencia y eficacia de los programas y servicios y desarrollar nuevas modalidades para el aumento de la capacidad que producirá resultados sostenibles.

Un grupo de niñas jóvenes que llevan a cabo una señal de alto para ayudar a los peatones a cruzar la calle.