Parte I

Perfil de los Adolescentes y Jóvenes de la Región de las Américas

I.1 Perfil sociodemográfico de los adolescentes y los jóvenes de la Región de las Américas

I.1.1 Población adolescente y joven en la Región de las Américas

En la actualidad, la población joven (de 10 a 24 años) de la Región de las Américas es la más numerosa en la historia del continente: llega a unos 237 millones y se prevé que disminuirá hasta llegar a 230 millones en el 2030 (figura I.1).

Figura I.1: Población estimada de adolescentes y jóvenes (de 10 a 24 años) en la Región de las Américas y porcentaje de la población total, 2000-2030.
Población estimada de adolescentes y jóvenes (de 10 a 24 años) en la Región de las Américas y porcentaje de la población total, 2000-2030.
Fuente: (10).

En el 2015, el grupo de 10 a 24 años de edad representaba el 24% de la población total de la Región y el 26% de la población de América Latina y el Caribe (cuadro I.1) (10).

Cuadro I.1: Población adolescente y joven en la Región de las Américas, 2015
Población totalAdolescentes
10-19 años
Jóvenes
15-24 años
Población joven
10-24 años
Número%Número%Número%
Región completa992.225.000157.079.00016158.503.00016236.941.00024
América del Norte357.838.00045.345.0001348.635.0001471.136.00020
América Latina y el Caribe634.387.000111.734.00018109.868.00017165.805.00026
América del Sur418.447.00071.265.0001770.304.00017106.027.00025
América Central172.740.00033.229.0001932.390.0001948.984.00028
Caribe43.199.0007.240.000177.175.0001710.795.00025
Fuente: (11).

Varios países de la Región están experimentando ahora la transición demográfica, es decir, el cambio de unas tasas de natalidad y de mortalidad elevadas a unas de fecundidad y mortalidad bajas y una esperanza de vida más larga. La transición demográfica está ligada a una disminución del cociente entre el número de personas dependientes (niños y adultos mayores) y el número de personas que constituye la fuerza laboral productiva, lo que genera un potencial para el dividendo demográfico (10, 11). Cuando un país tiene que sustentar a menos personas, se le abre la "oportunidad" de lograr un crecimiento económico rápido si se formulan políticas sociales y económicas estratégicas y se hacen las inversiones necesarias (10, 11). La oportunidad del dividendo demográfico varía según el país. La mayoría de los países de la Región están en plena transición demográfica, mientras que otros están en las primeras fases o todavía no la han iniciado (figura I.2).

Figura I.2: "Oportunidad" previstaa del dividendo demográfico en la Región de las Américas y en países seleccionados de la Región, 2000-2050
"Oportunidad" prevista del dividendo demográfico en la Región de las Américas y en países seleccionados de la Región, 2000-2050
Fuente: (10).
a La "oportunidad" demográfica es el cociente de dependientes <1,0.
Jóvenes diversos formando sus manos al centro.

I.1.2 Pubertad

El segundo decenio de la vida es un período de rápido y profundo cambio y desarrollo biológico, cognitivo, emocional y social. La adolescencia temprana (de 10 a 14 años) se caracteriza por rápidas transformaciones biológicas en niños y niñas, con cambios hormonales e inicio de la capacidad de reproducción. La adolescencia tardía (15-19 años) se caracteriza por la maduración puberal y la adopción progresiva de más papeles y funciones de adulto. Durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, los individuos, en general, adquieren o consolidan los recursos económicos, educativos, afectivos, culturales y sociales para mantener su salud y bienestar a lo largo del curso de la vida (3, 9).

A lo largo del curso de la vida, el cerebro humano se desarrolla de manera continua mediante un proceso conocido como neuroplasticidad. Aunque antes se pensaba que la mayor parte del desarrollo cerebral se producía en los primeros años de la vida, los nuevos hallazgos y el conocimiento en el ámbito de las neurociencias sugieren que las funciones cerebrales siguen desarrollándose hasta bien entrada la edad adulta. Según las investigaciones, el desarrollo del cerebro en la adolescencia es marcadamente diferente del que se produce en la niñez. Durante la niñez, lo más importante es la arborización dendrítica y la sinaptogénesis o multiplicación de las conexiones sinápticas, de forma que el cerebro aumenta su peso y tamaño de manera considerable. Por el contrario, el desarrollo del cerebro durante el segundo decenio (que continúa en los primeros años de la edad adulta) se focaliza en la "poda sináptica", el proceso de eliminación de las conexiones sinápticas débiles o superfluas con el fin de aumentar la eficiencia del cerebro. Se cree que la poda sináptica depende de la respuesta neuronal a factores ambientales y estímulos externos. Esta etapa evolutiva del cerebro caracterizada por una tasa elevada de poda sináptica se considera un período fundamental, en el que el individuo es desmesuradamente receptivo a los estímulos ambientales. Estos conocimientos recientes explican el aprendizaje adaptativo y la rápida adquisición de habilidades interpersonales y afectivas durante la adolescencia. También pone de relieve la importancia primordial de garantizar un entorno social seguro y estable para los adolescentes, a fin de favorecer un desarrollo óptimo de las funciones cerebrales necesarias para la longevidad y para el bienestar social y emocional en la edad adulta (3, 12, 13).

I.1.3 Determinantes sociales de la salud de los adolescentes y jóvenes en la Región de las Américas

Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, se desarrollan, viven, trabajan y envejecen (3, 14, 15). Estos engloban los determinantes estructurales (como el contexto socioeconómico y político, la situación socioeconómica, el género, la etnicidad, la educación, la ocupación y los ingresos) y también los determinantes intermediarios (como los factores biológicos y conductuales, los factores psicosociales y el sistema de salud) (figura I.3) (15, 16).

Figura I.3: Determinantes sociales de la salud
Determinantes sociales de la salud
Fuente: (14).

En un análisis sobre los determinantes sociales de la salud y la adolescencia se encontró que la riqueza nacional, la desigualdad de ingresos y el acceso a la educación eran los determinantes que más afectaban a la salud de los adolescentes (16). Además, se destacó que un entorno protector y de apoyo en la familia y la escuela y unos compañeros positivos y solidarios eran cruciales para ayudar a la población joven a desarrollar todo su potencial y lograr el mejor estado de salud en la transición hacia la edad adulta (16).

En los siguientes apartados se explica con mayor detalle algunos determinantes relacionados con la salud de los adolescentes y jóvenes: la educación, el empleo, la pobreza, la etnicidad, la familia, el género, los compañeros y los medios de difusión.

Educación

El nivel educativo es uno de los determinantes que más afectan a las oportunidades de empleo, los ingresos y la salud. Una educación más allá de la enseñanza primaria se ha relacionado con beneficios para la salud a lo largo del curso de la vida, como son la menor mortalidad masculina por lesiones, menor fecundidad femenina, mejor salud de los adultos y mayor supervivencia de los futuros niños (16).

En la Región de las Américas, se calcula que la tasa de alfabetización de los jóvenes (de 15 a 24 años) es superior al 98%, con un índice de paridad de género cercano a 1 (17). Sin embargo, el porcentaje de adolescentes matriculados en la enseñanza secundaria es significativamente inferior, en la mayoría de los países entre 60% y 80%; sistemáticamente, el número de niñas matriculadas es más elevado en todos los países, a excepción de Guatemala y Paraguay. Algunos países de la Región, a saber, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Suriname tienen porcentajes de escolarización en secundaria bajos o próximos al 50% (figura I.4).

Figura I.4: Tasa neta de escolarización en secundaria en países seleccionados de las Américas, desglosada por sexo, según datos del último año disponible
Tasa neta de escolarización en secundaria en países seleccionados de las Américas, desglosada por sexo, según datos del último año disponible
Fuente: (17).
Figura I.5: Tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria en países seleccionados de América Latina y el Caribe, por sexo, según datos del último año disponible
Tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria en países seleccionados de América Latina y el Caribe, por sexo, según datos del último año disponible
Fuente: (17).

Hay diferencias pronunciadas en el nivel de enseñanza alcanzado entre los países y dentro de ellos, así como entre los subgrupos. En la mayoría de los países, las mujeres apenas superan a los hombres en la tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria (figura I.5) y la población joven de los quintiles superiores del índice de riqueza tiene ventajas claras con respecto a sus homólogos de los quintiles inferiores del índice de riqueza (figura I.6) (17).

Figura I.6: Tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria en países seleccionados de América Latina y el Caribe, por quintil de riqueza, según datos del último año disponible
Tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria en países seleccionados de América Latina y el Caribe, por quintil de riqueza, según datos del último año disponible
Fuente: (17).

La probabilidad de finalizar la enseñanza secundaria que tienen los jóvenes indígenas y los que residen en zonas rurales es también menor que la de los jóvenes no indígenas y los que viven en zonas urbanas (18).

Empleo

Muchas personas se incorporan al mundo laboral en la adolescencia, como trabajadores a tiempo parcial o a tiempo completo. Con la información obtenida de 18 países la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se estima que cerca de 76 millones de personas de edades comprendidas entre 15 y 29 años, lo que equivale al 50% de las personas en ese grupo etario, trabajan en América Latina. De ellas, el 10% estudian y trabajan a la vez (18).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no todas las formas de trabajo realizado por la población joven debe clasificarse como trabajo infantil que debe ser evitado. La participación de los adolescentes en el trabajo que no afecta a su salud y desarrollo personal ni dificulta su escolaridad tiene una influencia potencialmente positiva en su desarrollo y sus oportunidades futuras en el mercado laboral (18, 19). No obstante, hay riesgos y posibles consecuencias negativas relacionados con la entrada antes de tiempo en el mundo laboral, como la interrupción de la escolaridad, la dificultad para encontrar un trabajo digno, los jornales reducidos, la inseguridad laboral y la cobertura de la seguridad social. La población joven que se incorpora a la vida laboral pronto puede acabar en el sector informal, contrabajos mal remunerados, con escasas posibilidades de ascenso profesional o incluso desempeñando trabajos clasificados como peligrosos (18-20).

La OIT define el desempleo juvenil como la proporción de mano de obra de entre 15 y 24 años de edad que no tiene trabajo pero son jóvenes que están disponibles y buscan empleo (19). Según los datos del modelo de la OIT para el período que va desde el 2015 hasta el 2017, se esperaba que América Latina y el Caribe presentaran el mayor aumento de desempleo juvenil de todas las regiones y subregiones del mundo, y se preveía que América del Norte tuviera una ligera disminución durante ese período (cuadro I.2) (21). Además de las dificultades normales que tiene la población joven para encontrar un trabajo digno, hay también grupos específicos de población joven que se enfrentan a otros retos a la hora de encontrar un empleo decente. Esto es así para aquellos con alguna discapacidad y para los que se ven confrontados a otros tipos de exclusión, como es el caso de las minorías étnicas y los jóvenes con infección por el VIH.

Cuadro I.2: Estimación de la tasa de desempleo juvenil y número de desempleados en el mundo y en las la Región de las Américas, por subregión, 2015-2017
Región/subregiónTasa de desempleo
(porcentaje)
Jóvenes desempleados
(millones)
201520162017201520162017
Mundo12,913,113,170,571,071,0
Región de las AméricasAmérica Latina y el Caribe15,716,817,18,59,29,3
América del Norte11,811,511,73,02,92,9
Fuente: (21).

Nini: El término "nini" hace referencia a la población joven que ni estudia ni trabaja y tampoco recibe capacitación. Se calcula que un 21% de la población joven del grupo de 15 a 29 años de edad de América Latina y el Caribe se encuentra en esta categoría, de ellos el 76% son de sexo femenino (22). En concreto, a pesar del mayor número de estudiantes matriculadas en secundaria y de que la tasa de finalización de la enseñanza es más alta en las mujeres, su representación en la categoría nini es desproporcionadamente superior. Lo preocupante de la situación nini es que aumenta de manera exponencial el riesgo de exclusión social y pobreza a lo largo del curso de la vida. La situación nini no significa forzosamente que esta población joven no contribuya a la sociedad, ya que muchos, en particular las mujeres, pueden estar realizando tareas domésticas como el cuidado de los niños y los quehaceres de la casa. Esta mayor participación de las mujeres en las tareas domésticas informales puede explicar, en parte, por qué hay más mujeres en la categoría nini, aunque las niñas superen a los niños en la tasa de escolarización y la tasa de finalización de la enseñanza secundaria.

No todos los jóvenes nini se quedan en esa situación. Al contrario, tal vez entren y salgan de esa situación, según la existencia de oportunidades laborales. Un componente importante de las iniciativas nacionales para hacer prosperar a la población joven es la puesta en práctica de programas que retengan a la población joven en la escuela tanto tiempo como sea posible y faciliten una transición óptima desde la escuela al trabajo, con posibilidad de encontrar un empleo decente.

Un grupo de niñas y un niño jóvenes sonriendo.
Figura I.7: Cambios en la situación socioeconómica de los jóvenes (15-29 años), en América Latina, 2004-2014
Cambios en la situación socioeconómica de los jóvenes (15-29 años), en América Latina, 2004-2014

Fuente: (22).

Nota: Las clases socioeconómicas se definen utilizando la clasificación del Banco Mundial: "Pobreza extrema" = jóvenes pertenecientes a hogares con ingresos per cápita diarios inferiores a 2,50 USD. "Pobreza moderada" = jóvenes pertenecientes a hogares con ingresos per cápita diarios de entre 2,50 y 4,00 USD. "Vulnerables" = individuos con ingresos per cápita diarios de entre 4,00 y 10,00 USD. "Clase media" = jóvenes pertenecientes a hogares con ingresos per cápita diarios superiores a 10,00 USD. Umbrales de pobreza e ingresos expresados en USD de 2005 PPA por día (PPA = paridad de poder adquisitivo).

Pobreza

En los últimos años, la Región ha logrado notables avances macroeconómicos. En el período 2004-2014, la pirámide de ingresos en América Latina y el Caribe experimentó una transformación histórica, en la que 72 millones de personas salieron de la pobreza y 94 millones entraron a formar parte de la clase media (23). No obstante, estos logros no son necesariamente estables y no todos los grupos se beneficiaron por igual de este progreso. Entre 25 y 30 millones de personas en la Región corren el riesgo de caer de nuevo en la pobreza, muchos de los cuales son jóvenes, mujeres o personas de ascendencia indígena o africana (23). Desde el 2004 al 2014, el porcentaje de jóvenes de 15 a 29 años extremada y moderadamente pobres ha disminuido, pero el porcentaje de jóvenes vulnerables ha aumentado durante este mismo período (Figura I.7) (22).

Etnicidad

Este determinante es sumamente pertinente en el caso de la Región de las Américas, si tenemos en cuenta la diversidad étnica de esta Región. En su política sobre etnicidad y salud (24), la OPS reconoce a los pueblos indígenas, los afrodescendientes y los romaníes como grupos étnicos que sufren discriminación estructural, exclusión, pobreza, falta de acceso a servicios básicos (como instalaciones de agua y saneamiento), bajo nivel educativo, tasas reducidas de participación y representación en los procesos de toma de decisiones y más empleo en trabajos mal pagados (25-30).

En la Región de las Américas se encuentran representados más de 400 grupos indígenas diferentes, que llegan a unos 45 a 48 millones de personas (31). Aproximadamente el 90% de los indígenas de la Región vive en solo cinco países: Bolivia, Guatemala, Perú, Ecuador y México (32). En Bolivia y Guatemala, la mayoría de la población es indígena, 62% y 60% respectivamente. Por el contrario, en Brasil, Paraguay y Venezuela la población indígena representa menos del 3% de la población total (31, 33). En el Caribe, Suriname y Guyana, también hay pequeñas poblaciones indígenas, 2% y 10% respectivamente (34).

Los grupos indígenas representan hoy en día aproximadamente el 17% de los que viven en situación de pobreza extrema en América Latina, aunque son menos del 8% de la población (28). La población joven indígena suele tener tasas de escolarización y de rendimiento escolar inferiores, en comparación con sus homólogos no indígenas (35). El análisis de los datos de 11 países latinoamericanos reveló una brecha de analfabetismo de más de 20 puntos entre las poblaciones indígena y no indígena (28). Como se expone en la segunda parte de este informe, la proporción de embarazos precoces de las adolescentes indígenas también es desproporcionadamente alta (36).

Todas las subregiones de las Américas tienen grandes grupos de población de ascendencia africana, cada uno de ellos con su dinámica poblacional específica desarrollada a lo largo de la historia. Un denominador común de todos estos grupos es el lugar subordinado que suelen ocupar en la sociedad (originado en la historia de la esclavitud), además de tener las mayores tasas de pobreza y exclusión social y política en la mayoría de las subregiones, tal vez a excepción del Caribe (37). Las personas de ascendencia africana quizá sean el grupo de población más invisible y marginado de América Latina, aun teniendo un tamaño de población de más de 100 millones. Brasil tiene el mayor número de habitantes de ascendencia africana, tanto en valores absolutos como relativos. Otros países latinoamericanos con importantes grupos de población de ascendencia africana son: Cuba, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, México y Venezuela (37). Los datos disponibles sobre estas personas indican que el rendimiento escolar es inferior y están más representadas en los quintiles de riqueza inferiores, en comparación con otros grupos étnicos (37, 38).

Los escasos datos existentes sobre el grupo de población romaní indican que en sus hogares viven a menudo en situación de extrema pobreza, carecen de electricidad, agua potable, instalaciones de saneamiento y de acceso a los servicios de salud pública (29).

Género

Algunos de los patrones clave de salud entre la población joven de 10 a 24 años de la Región de las Américas muestran la gran importancia de las dinámicas de género en este grupo etario. En los siguientes apartados se pone de relieve la mortalidad y la salud sexual y reproductiva (SSR) de la población joven como ejemplo para ilustrar la importancia de las dinámicas de género en la salud de adolescentes y jóvenes.

Según se indica en la segunda parte de este informe, cerca de 150 000 personas de 15 a 24 años mueren cada año en la Región, de los cuales aproximadamente el 80% son hombres (39), lo que indica el riesgo considerablemente mayor de los hombres jóvenes de morir en forma prematura. En este grupo etario, nueve de cada diez muertes por homicidio y tres de cada cuatro muertes por suicidio se producen en hombres. Con objeto de reducir las muertes evitables entre los hombres jóvenes, en particular las debidas a la violencia, es esencial comprender los factores subyacentes que causan estas diferencias entre hombres y mujeres. Un estudio realizado en México, Estados Unidos de América y Reino Unido presenta algunos resultados y consideraciones clave con respecto a la masculinidad y al hecho de ser un hombre joven (recuadro I.1) (40).

Recuadro I.1: La "caja de la masculinidad"

Un estudio reciente (40) definió la "caja de la masculinidad" como un conjunto de normas socialmente reforzadas sobre lo que un "hombre de verdad" debe hacer y que tiene su base en siete pilares: 1) autosuficiencia, 2) fuerza, 3) atractivo físico, 4) roles masculinos rígidos, 5) heterosexualidad y homofobia, 6) hipersexualidad y 7) agresión y control.

Algunos de los principales resultados y conclusiones del estudio fueron:

  • Las ideas que tienen los hombres jóvenes sobre la masculinidad muestran nexos fuertes y complejos con el modo en que se sienten consigo mismos. Algunos hombres logran rechazar las presiones sociales, negativas y restrictivas relacionadas con la masculinidad, pero muchos las aceptan y también se acogen a la noción de masculinidad que estas representan.

  • Los hombres jóvenes que están dentro de la caja de la masculinidad se sienten hasta cierto punto recompensados por cumplir con las expectativas de la sociedad. Al mismo tiempo, la caja de la masculinidad supone altos costos en términos de salud mental, dado que dicta que los hombres deben actuar como machos en toda circunstancia. De igual manera, los orilla a usar la fuerza, incluso cuando se sienten inseguros. Su pretensión y su postura externa de que "todo está bien" oculta profundas inseguridades, depresión y frecuentes pensamientos suicidas. Quienes se encuentran dentro de la caja de la masculinidad están incluso menos dispuestos a recurrir a sus compañeros y amigos en busca de apoyo cuando lo necesitan.

  • Los resultados del estudio muestran que los hombres jóvenes están aprendiendo a aceptar su vulnerabilidad emocional, aunque la mayoría de las veces lidian solos con sus emociones o acuden al apoyo de las mujeres presentes en su vida. En términos generales, los hombres jóvenes no buscan el apoyo emocional de sus padres. El temor a parecer vulnerables o gais todavía ejerce una poderosa influencia en el comportamiento de los jóvenes, sobre todo de los hombres que están dentro de la caja de la masculinidad.

  • Los datos cuantitativos y cualitativos evidencian que la caja de la masculinidad es un lugar de comportamientos peligrosos en lo que se refiere a la salud, en particular el consumo excesivo de alcohol y la conducción riesgosa. En los tres países del estudio (México, Reino Unido y Estados Unidos de América), los hombres que están dentro de la caja de la masculinidad tienen mayor probabilidad que los que están fuera de ella de indicar un consumo compulsivo de alcohol (binge drinking) de manera regular y accidentes de tránsito recientes.

  • Aunque para los hombres jóvenes el atractivo físico tiene una importancia relativa, todavía se asocia fundamentalmente a la masa muscular y a la figura corporal y no a una convicción más íntima e individual de confianza en uno mismo.

  • La caja de la masculinidad es un sitio de mucha violencia y tiene repercusiones negativas para los propios jóvenes, para las mujeres jóvenes y para quienes les rodean:

    • Los hombres que están dentro de la caja de la masculinidad se encuentran muchísimo más expuestos tanto a sufrir como a cometer las tres formas de acoso: verbal, virtual y físico.

    • Los hombres que están dentro de la caja de la masculinidad tienen también mayores probabilidades de haber perpetrado acoso sexual contra una mujer o niña durante el último mes.

  • La conclusión general es que la caja de la masculinidad se encuentra más viva que nunca en estos tres países. Al mismo tiempo, la mayoría de los hombres encuestados apoya ideas relacionadas con la igualdad de género.

  • Los efectos perjudiciales de la caja de la masculinidad son graves, reales y problemáticos. La mayoría de los que se adhieren a sus reglas tienen mayor probabilidad de arriesgar su salud y bienestar, romper con sus amistades más íntimas, resistirse a buscar ayuda cuando la necesitan, sufrir de depresión y a pensar a menudo en acabar con su propia vida. Asimismo, son más propensos a usar la violencia contra otros y a acosar sexualmente a las mujeres.

  • Liberarse de la caja de la masculinidad no es algo que los hombres jóvenes puedan hacer solos. Navegar por entre las recompensas y castigos de la virilidad constituye un verdadero dilema en muchos entornos. En realidad, chicos y chicas, padres, educadores, medios de difusión, maestros, parejas sentimentales y demás miembros de la sociedad tienen una función importante en reforzar ideas positivas, equitativas y no restrictivas sobre la masculinidad.

Fuente: (4).

En la segunda parte, también se explica con mayor detalle los continuos y elevados niveles de fecundidad en la adolescencia y la tendencia creciente de los embarazos en las niñas menores de 15 años en los países de América Latina y el Caribe. Entre las causas subyacentes de la desigualdad relacionadas con el género que aumentan la vulnerabilidad y el riesgo de embarazo precoz ("impulsores de género") están la tolerancia y la aceptación de la violencia sexual y de género. Estos impulsores de género funcionan a nivel individual, de las relaciones y de la comunidad, y pueden mantenerse en respuestas institucionales o sistémicas, como los protocolos de prestación de servicios, la legislación y los marcos de política (41).

Se empieza a reconocer la importancia de implicar a los niños y los hombres jóvenes en la salud sexual y reproductiva y derechos afines y en la igualdad de género, tanto para su propia salud como para la salud de las mujeres y niñas (42, 43). Algunos de los datos que apoyan esto proceden del Estudio Global sobre la Adolescencia Temprana (GEAS por sus siglas en inglés) que se está realizando en la actualidad. En este estudio sobre la naturaleza evolutiva de las normas de género y las relaciones sociales, participan adolescentes de 10 a 14 años de 15 países. Uno de los hallazgos del estudio es que los adolescentes jóvenes empiezan a aprobar e interiorizar normas y valores que perpetúan las desigualdades en materia de género, y que los padres y compañeros son especialmente importantes en la configuración de estas actitudes. Estos resultados sugieren que la inversión y la participación de los adolescentes jóvenes, en particular los niños, debe comenzar cuanto antes (44, 45).

Un grupo de estudiantes que están sentados en unas escaleras.

Familia, compañeros, escuela, comunidad y medios de difusión

Es bien sabido que la salud y el desarrollo de los adolescentes están profundamente afectados por las relaciones con los padres, los compañeros, así como por las relaciones en la escuela y en su propia comunidad (15, 16, 46). Se ha encontrado una importante relación entre el bajo grado de cohesión o vínculo afectivo con la familia, los compañeros, la escuela y la comunidad y el mayor riesgo de resultados negativos en materia de salud y comportamientos, como la ansiedad, la depresión, los pensamientos e intentos de suicidio, las relaciones sexuales sin protección, el embarazo inesperado y el consumo de sustancias adictivas (46). Por el contrario, las relaciones positivas y un elevado grado de cohesión fomentan el bienestar emocional y físico y protegen a los adolescentes de la participación en comportamientos que ponen en peligro su salud en el corto, medio y largo plazo.

Una perspectiva del curso de la vida sobre los determinantes sociales de la salud reconoce la importancia del tiempo y el momento para entender cómo actúan los determinantes sociales en las diversas etapas de la vida e influyen en la salud hasta el final la vida (3) (Figura I.8).

Figura I.8: Influencia variable a lo largo del curso de la vida de algunos determinantes sociales de la salud
Influencia variable a lo largo del curso de la vida de algunos determinantes sociales de la salud
Fuente: (3).

Los lazos familiares constituyen uno de los factores más importantes de protección frente a los malos resultados de salud en los adolescentes. Según se ilustra en la figura 1.5, la familia es un factor constante a lo largo del curso de la vida, aunque con el transcurso del tiempo el énfasis se desplace de la familia de origen a la propia familia. Por el contrario, la influencia de la educación y la escuela, los compañeros y los medios de difusión cambia con el transcurso del tiempo y es más fuerte durante la adolescencia (3).

El entorno social puede tener efectos positivos protectores o perjudiciales. Por ejemplo, la población joven cuyos padres fuman o consumen alcohol tienen mayor probabilidad de adquirir estos comportamientos (16). De manera análoga, fuertes vínculos con compañeros prosociales refuerzan los estilos de vida saludables, de la misma manera que la participación con otros compañeros en comportamientos perjudiciales puede contribuir a adoptar esos comportamientos. Un ejemplo de la influencia extremadamente negativa de los compañeros es la integración en las pandillas o bandas de jóvenes. Los estudios indican que la población joven pueden sentirse atraída por la vida en pandilla porque buscan la pertenencia, la autoestima y la protección. La falta de supervisión y el acceso limitado a actividades posescolares o las escasas oportunidades para practicar sus aficiones o hacer deporte son otros de los factores de riesgo que llevan a entrar en una pandilla (47).

Según se indica en el siguiente apartado sobre los jóvenes digitales, la aparición de la nueva tecnología digital y de las redes sociales amplifica las conexiones con los compañeros y les influye de manera positiva así como negativa.

I.2 La población joven en la era digital

Hay una diferencia notable entre la cohorte actual de población joven y la de generaciones anteriores en cuanto a lo que significa y el lugar que ocupa la tecnología digital en su vida cotidiana. A menudo, la población joven recibe el apelativo de "nativos digitales" porque nacieron después de la introducción de las tecnologías digitales, como internet, los teléfonos móviles, las computadoras, Facebook, Twitter y otras redes sociales, o de su extensión gradual. En consecuencia, esta población joven nunca ha conocido un mundo sin estos medios, y la tecnología digital desempeña una función importante y cada vez mayor en su vida.

En cambio, a sus padres y a las generaciones más antiguas se les denomina "inmigrantes digitales", ya que, en general, no tienen esa relación intuitiva con la tecnología digital y tienen que realizar un esfuerzo para adaptarse al nuevo mundo digital.

La adopción del teléfono móvil en todo el mundo se ha hecho a un ritmo que hace historia (anexo I.A). En la actualidad, todos los grupos etarios, incluidos los adolescentes, dependen de la tecnología móvil celular para hacer llamadas telefónicas y obtener acceso a otros servicios digitales y plataformas, como internet y las redes sociales. El acceso a internet y la utilización de la tecnología digital también están perfectamente integrados en la Región (cuadro I.3).

Cuadro I.3: Indicadores y cifras sobre medios digitales y comunicación en la Región de las Américas, 2017
IndicadorValor
Proporción de individuos de todas las edades que usan Internet en la Región65,9%
Proporción de individuos de 15 a 24 años que usan Internet en la Región88,4%
Proporción de hogares con acceso a internet en la Región65,3%
Porcentaje de hombres usuarios de internet en la Región65,1%
Porcentaje de mujeres usuarias de internet en la Región66,7%
Fuente: (48).

El porcentaje de usuarios de internet en América del Norte, América del Sur y América Central está por encima del promedio mundial, mientras que en el Caribe es levemente inferior al promedio (figura I.9).

Figura I.9: Usuarios de internet en el mundo y en las Américas, por subregión, 2017
Usuarios de internet en el mundo y en las Américas, por subregión, 2017
Fuente: (48).

A escala mundial, la proporción de mujeres que utiliza internet es un 12% inferior a la proporción de hombres (48). Las Américas es la única región donde la disparidad de uso entre ambos sexos se invierte, es decir, hay más mujeres que utilizan Internet que hombres (48).

Facebook se utiliza ampliamente en la Región (figura I.10 y anexo I.B). Los datos sobre la utilización de Facebook por grupo etario muestran claramente que la población joven lleva la delantera en el uso de las redes sociales.

Figura I.10: Utilización de Facebook en todas las edades y entre los de 16 a 24 años, por sexo, en países seleccionados de América Latina y el Caribe, marzo del 2017
Utilización de Facebook en todas las edades y entre los de 16 a 24 años, por sexo, en países seleccionados de América Latina y el Caribe, marzo del 2017
Fuente: (48).

La población joven utiliza los medios digitales y las tecnologías de la comunicación de una manera multifuncional e integrada. Esto quiere decir que les sirve para hacer los deberes escolares, buscar información, permanecer conectados a sus intereses y comunicarse con los demás. Por otra parte, la tecnología digital también se utiliza con mayor frecuencia como una herramienta de salud pública, para suministrar información y servicios a la población joven. Sin embargo, los datos respecto a cuáles son las mejores prácticas de uso de la tecnología digital para mejorar la salud de la población joven siguen siendo escasos a fecha de hoy.

Además de los beneficios, hay también una serie de consecuencias potencialmente negativas del alto grado de uso y dependencia de la tecnología digital. Entre otras, el uso excesivo y compulsivo de las redes sociales, la dependencia e influencia de las relaciones virtuales y de los juegos de internet, la exposición a los depredadores en línea y al acoso cibernético. Las investigaciones en curso son necesarias para comprender mejor los riesgos y las amenazas ligadas al uso que hace la población joven de la tecnología digital y para guiar las medidas destinadas a protegerlos de estos peligros.

La OPS realizó un examen de la bibliografía científica de revisiones sistemáticas sobre el uso de la tecnología digital en la salud de los adolescentes, que dio lugar a un análisis pormenorizado de 37 artículos. La tecnología digital usada en los artículos incluía dispositivos electrónicos de control de la televisión, intervenciones basadas en la web, intervenciones basadas en las redes sociales y los teléfonos móviles, y entre las conductas estudiadas estaba el control de peso, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la salud mental, la salud sexual y reproductiva y el manejo de las enfermedades crónicas. De estos artículos, hubo 26 que presentaron resultados positivos de la aplicación de las tecnologías y técnicas digitales a la salud de los adolescentes, tres presentaron resultados neutros, siete presentaron resultados mixtos y uno presentó resultados negativos.1 El estudio que demostraba una repercusión negativa fue una intervención de salud con teléfono móvil dirigida a los adolescentes y cuyo fin era controlar su diabetes.

1 Revisión de la OPS (2017) inédita sobre el impacto de la cibersalud en la salud de los adolescentes.

Estudiantes jóvenes participando con sus computadoras portátiles en una sala de clase.

I.3 Adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad

Aunque la población joven, por definición, tiene oportunidades y dificultades, algunos grupos se ven confrontados a circunstancias particulares, a menudo ajenas a su voluntad, que crean factores adicionales de vulnerabilidad y, en consecuencia, requieren una atención específica. Los siguientes apartados destacan las dificultades a las que se enfrentan la población joven con discapacidad, los jóvenes inmigrantes, la población joven privada de la libertad, la juventud compuesta por personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT), y la población joven que padece enfermedades crónicas.

Personas jóvenes con discapacidad: estos jóvenes se encuentran con las mismas dificultades que sus compañeros durante la pubertad y el crecimiento pero, además afrontan, el estigma y la marginación derivada de tener una discapacidad. En todo el mundo, las personas con discapacidad tienen peores niveles de salud, peores resultados académicos, una menor participación económica y tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidad (50).

Los datos sobre la prevalencia de la discapacidad en los adolescentes son escasos, tanto a escala mundial como de la Región. Los datos disponibles son muy diferentes según la definición, los grupos etarios y el método de recopilación utilizado en los estudios.

De acuerdo con los resultados de la ronda de censos 2010 en la Región y los resultados de las encuestas nacionales sobre la discapacidad, la prevalencia de la discapacidad en los adolescentes de los países seleccionados osciló entre cerca del 2,5% y más del 8% (cuadros I.4 y I.5).

Cuadro I.4: Prevalencia de la discapacidad en los adolescentes en algunos países de América Latina y el Caribe, según la ronda de censos 2010
PaísAño del censoPrevalencia (%)
10-14 años15-19 años
Argentina20106,05,8
Aruba20102,83,7
Bahamas20104,04,8
Barbados20102,62,4
Costa Rica20114,14,1
Cuba20123,03,1
Panamá20106,64,9
Suriname20123,13,3
Fuente: Análisis de la OPS de los datos del censo de 2010 de algunos países.

La marginalización de los jóvenes con discapacidad se produce debido a la falta de acceso a una serie de elementos esenciales: educación adaptada a su tipo o grado de discapacidad; empleo digno cuando están preparados para la transición al mundo del trabajo; y servicios de salud adecuados y de calidad, incluidos los servicios de la salud sexual y reproductiva. La mayoría de los países carecen de legislación, estrategias y recursos específicos para facilitar el acceso total e igualitario a la educación, la capacitación, los servicios sociales, la rehabilitación y los servicios de salud para los jóvenes con discapacidad.

En el 2014, los Estados Miembros de la OPS adoptaron el Plan de acción sobre las discapacidades y rehabilitación (resolución CD53.R12) (51). Al dar este paso, los Estados Miembros reconocieron que la discapacidad es un asunto de salud pública, una cuestión de derechos humanos y una prioridad para el desarrollo. Estos países se comprometieron con una serie de acciones para mejorar la vida y condiciones de salud de las personas con discapacidades. Entre otras, incluirlas como una prioridad dentro de las políticas nacionales de salud, fortalecer los marcos reglamentarios y legales así como su aplicación en los países para proteger los derechos humanos de las personas con discapacidad, y mejorar la producción, análisis y uso de los datos sobre discapacidad en el marco de los sistemas nacionales de información.

Cuadro I.5: Prevalencia de la discapacidad en niños y jóvenes en países seleccionados de la Región de las Américas, según las encuestas nacionales, 2010-2015
PaísAño de la encuestaGrupo etarioPrevalencia
Chile20152-17 años5,8%
18-29 años7,1%
El Salvador20150-12 años8,4%
13-18 años8,0%
Estados Unidos de América20155-15 años5,3%
16-20 años5,9%
República Dominicana20130-9 años7,3%
10-19 años6,1%
Fuentes: (52-55).

Jóvenes Migrantes: el término "migrante" engloba a una serie de categorías de personas que se van lejos de su lugar habitual de residencia, a través de fronteras internacionales o dentro de un Estado (56, 57). Las personas deciden emigrar para buscar mejores oportunidades en otro sitio o pueden verse obligadas a alejarse por circunstancias o razones ajenas a su voluntad. Independientemente de la razón para emigrar, los migrantes pueden enfrentarse a problemas de salud debido al acceso limitado a los recursos, la inseguridad, la separación familiar, la discriminación y otras dificultades. Las circunstancias de la migración forzada o irregular amplifican los problemas y los riesgos de los migrantes (57).

En la Región de las Américas, se ha observado un aumento del número de personas que emigran cruzando la frontera. Esa cifra alcanzó 63 700 000 personas en el 2015, de las cuales 808 000 se consideraron refugiados (58). La migración forzosa dentro de las fronteras del país afecta a 7 100 000 personas, de las cuales la mayoría son de Colombia (58, 59).

La población joven puede emigrar en busca de mejores oportunidades de educación e ingresos. Por otro lado, se enfrentan a retos extraordinarios cuando se ven obligados a desplazarse con su familia o sin ella, o si los padres que emigran los dejan atrás para que se ocupen de los hermanos más pequeños. En su condición de refugiados, la población joven, en particular las niñas, corre un riesgo desproporcionado de sufrir daños y violencia como secuestros, violencia física, acoso sexual y violación, entre otros (60).

Debido a la importante función del entorno social, a saber, la familia, los compañeros y la escuela durante adolescencia, el separar a los jóvenes de estos entornos sociales a causa de la migración puede tener consecuencias irreparables para su desarrollo si no hay ningún programa ni servicios disponibles que llenen este vacío (46, 61).

En general, las políticas y las medidas relacionadas con la migración no incluyen disposiciones para afrontar los desafíos específicos a los que se enfrentan los jóvenes migrantes. Por ejemplo, sin las medidas necesarias para legalizar su situación, los adolescentes indocumentados que hayan ido con los padres a otro país, seguirán estando sin registrar. Sin una documentación válida, la población joven migrante tendrá un acceso limitado a los servicios sociales y de salud, la educación y el empleo digno o incluso estarán privados de todo esto.

Población joven privada de su libertad: el artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC, por su sigla en inglés) nos recuerda que "ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan solo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda; [y] todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad" (62).

La detención administrativa y la detención judicial son algunas de las razones para el internamiento de la población joven. La detención administrativa se produce cuando como resultado de una decisión de un cuerpo ejecutivo o administrativo, se aloja a un niño en un centro público o privado del cual no puede salir a voluntad (63). De conformidad con lo definido en la legislación del país, los menores pueden ser detenidos administrativamente o internados por diversas razones, entre otras, para la atención, la protección, el tratamiento o por inmigración ilegal. La detención judicial de personas jóvenes tiene lugar cuando hay sospecha o están condenadas por delincuencia, en este caso se habla también de "niños en conflicto con la ley".

Sin adentrarnos en los diferentes derechos humanos y las dimensiones legales relacionadas con la detención de menores, es importante señalar, en el contexto de este informe, que la privación de libertad afecta de manera negativa el desarrollo de las personas jóvenes. Las estructuras defectuosas de los juzgados de menores, las condiciones deficientes de los centros de internamiento y la falta de controles externos e internos exponen a estos jóvenes privados de libertad a un riesgo desmesurado de sufrir daños. Según de las condiciones y los servicios del lugar de internamiento, la población joven detenida tiene mayor riesgo de contraer enfermedades transmisibles como la tuberculosis y el VIH, así como de sufrir violencia, violación y problemas de salud mental. Las acciones focalizadas en la juventud deben incluir la búsqueda de medidas alternativas para los jóvenes en conflicto con la ley, conseguir que no les falten los servicios de salud adecuados durante el período de internamiento y, a la salida, asegurar que tengan apoyo con vistas a la reintegración completa en la sociedad.

Jóvenes y adolescentes LGBT: en septiembre del 2013, los Estados Miembros de la OPS aprobaron una resolución sin precedentes que aborda las causas de las disparidades en el acceso y la utilización de los servicios de salud de las personas LGBT (64). Este documento reconoce la violencia y las barreras políticas, socioculturales e históricas a las que se enfrentan estas personas en la comunidad y al acceder a los servicios de salud. También instó a los Estados Miembros a trabajar para promover la prestación de servicios de salud a todas las personas, con un respeto absoluto de la dignidad humana y del derecho a la salud, teniendo en cuenta la diversidad de la expresión de género y la identidad de género.

Los escasos datos disponibles sobre los jóvenes y adolescentes LGBT confirman la vulnerabilidad y el riesgo desmesurado que corren (65-68). Según datos de la encuesta nacional realizada en el 2015 sobre comportamientos de riesgo en jóvenes, los estudiantes del grupo de lesbianas, gais y bisexuales (LGB) de los Estados Unidos tenían, en comparación con los estudiantes heterosexuales (12% frente a 5%) una probabilidad superior al 140% de no ir a la escuela al menos un día durante los 30 días anteriores a la encuesta debido a problemas de seguridad. Los jóvenes LGBT corrían también un riesgo mayor de depresión, suicidio, consumo de sustancias adictivas y comportamiento sexual arriesgado. Casi un tercio (29%) de los jóvenes LGB habían intentado suicidarse al menos una vez en el año anterior, comparado con el 6% de los jóvenes heterosexuales.

En una encuesta realizada a más de 10 000 adolescentes de 13 a 17 años procedentes de una amplia variedad de orígenes sociales, culturales y étnicos de los Estados Unidos, se encontró que muchos adolescentes LGBT están profundamente desconectados de su comunidad. Además, esos adolescentes LGBT creen, en mayor medida que los compañeros que no lo son, que pertenecer a esta comunidad no les permite cumplir sus sueños y esperanzas. Cuando se les dio la oportunidad de describir el mayor problema o la única cosa de su vida que les gustaría cambiar, los adolescentes LGBT y sus compañeros no LGBT expresaron diferentes experiencias y prioridades. Los adolescentes que no eran LGBT citaron los exámenes o la graduación, la universidad o la carrera y los apuros financieros relacionados con la época universitaria y los empleos entre los problemas más importantes. Por el contrario, para los adolescentes LGBT los problemas más importantes estaban directamente relacionados con su identidad en tanto que LGBT como, por ejemplo, la falta de aceptación por parte de la familia, el acoso y el temor a abrirse o mostrar su identidad (69).

Población joven con enfermedades crónicas: esta población joven tienen los mismos problemas de desarrollo, complicaciones y necesidades que sus compañeros, además de tener que ocuparse de su afección crónica. Aunque hay poca información sobre la carga de las enfermedades crónicas entre la población joven en la Región, los datos disponibles indican una carga considerable, que va desde las enfermedades respiratorias como el asma, además de la diabetes, los cánceres, la epilepsia, las afecciones cutáneas o las osteomusculares y la infección por el VIH. Cada año, en la Región de las Américas, más de 600 adolescentes de 10 a 19 años mueren por epilepsia y más de 1 000 por diabetes y cardiopatías (39). En un análisis de los datos del estudio de la Carga Mundial de Morbilidad (CMM) 2015 realizado por el IHME para la OPS, se encontró que las enfermedades cutáneas y el asma estaban entre los tres factores principales de riesgo medido en años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) en América Latina y el Caribe, para el grupo de 10 a 14 años de edad, y entre los diez principales para el grupo de 15 a 19 años de edad.

Las enfermedades crónicas constituyen un problema en cualquier etapa de la vida, pero las dimensiones fisiológicas y psicosociales de la adolescencia aumentan las complicaciones. Una enfermedad crónica durante la pubertad puede causar retrasos temporales o permanentes en el crecimiento y desarrollo, así como deterioro del desarrollo psicosocial de la persona joven (70, 71). Según se desprende de algunos estudios, la población joven con enfermedades crónicas tiene mayor riesgo de depresión y autoagresión, así como también de tener pensamientos o tentativas de suicidio (72).

Otro aspecto importante del manejo de las enfermedades crónicas en la adolescencia es la transferencia eficaz del adolescente desde la atención pediátrica a la de adultos. Esto puede tener lugar en la adolescencia temprana, dependiendo de la legislación y de las normas y prácticas del sistema de salud del país. Se debe examinar detenida y atentamente la cuestión para facilitar una transición sin obstáculos, que garantice el apoyo adecuado al adolescente (73).

Conclusiones

El perfil de la población joven en la Región de las Américas esboza una imagen de las oportunidades y los retos. La presencia de una cohorte de población joven en la Región, la más grande de toda la historia, brinda la oportunidad de un crecimiento socioeconómico rápido si se hacen las inversiones estratégicas en salud y desarrollo de esta población joven. Por otro lado, las tasas de finalización de la enseñanza secundaria entre la población joven de la Región son bajas, por debajo del 50% en muchos países, lo que disminuye la posibilidad de que tengan un trabajo digno cuando entren en la edad adulta. Otros de los problemas son la carga desmesurada de pobreza entre la población joven, el desempleo juvenil y el considerable número de población joven que no estudia ni trabaja. El perfil también destaca grupos de población joven que viven en situaciones específicas de vulnerabilidad, como los que tienen discapacidades, los LGBT y los de minorías étnicas. El potencial para cosechar los beneficios del dividendo demográfico y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin dejar a ninguna persona joven atrás, exigirá tomar medidas integrales, intersectoriales y en favor de la equidad encaminadas a la potenciación de la población joven, mediante el abordaje de los determinantes sociales de su salud y la optimización de los beneficios positivos de la familia, la escuela, la comunidad, las redes sociales y otras plataformas sociales para crear un entorno en el cual todos los jóvenes puedan prosperar.